Después de enfrentar una creciente crisis de costo de vida en Belfast, Irlanda del Norte, un reconocido restaurante tendrá que cerrar sus puertas después de 26 años de trabajo.

Y es que, aunque el espacio gastronómico ubicado en el centro de la ciudad, llamado Deanes EIPIC, ha sido varias veces reconocido en la prestigiosa guía Michelín, -De hecho, ganó su primera estrella en la década de 1990, cuando abrió como Deanes en 1997, creado por el chef norirlandés Michael Deane- no está exento de los cambios que enfrenta la economía global.

Y es que, el impacto del covid-19, el Brexit y la crisis en el costo de vida que han venido sufriendo los países más acaudalados, han llevado a tomar la decisión.

Restaurante Deanes EIPIC. | Foto: El País

No obstante, el restaurante piensa dar un nuevo aire al concepto, y si bien, cerrarían como restaurante a manteles, buscarían incursionar con una propuesta mucho más afín a los bolsillos actuales, cuidando, por supuesto, de la relación calidad-precio.

Uno de los jefes de cocina del prestigioso espacio gourmet en Belfast, Alex Greene, dijo a un reconocido medio de comunicación internacional que los enormes costos se han convertido en una creciente en la hotelería.

“Los costos se han descontrolado. El EIPIC en su conjunto no era un restaurante que estuviera muriendo, pero la gente tiene unas expectativas cuando entra por la puerta. El costo de cumplir esas expectativas se ha duplicado desde el cierre, y el costo se ha descontrolado. Y no podemos duplicar el precio”, señaló Greene.

Además, advirtió que, las costumbres en cuanto al tema de lujo en la gastronomía han cambiado con el tiempo, por lo que, “el extremo más lujoso de la comida, con manteles de lino blanco, el servicio y demás, parece estar pasando a la historia”.

No obstante, dijo que, incluso, los restaurantes del calibre de la Guía Michelín, son “más sencillos”. No tienes el mantel de lino blanco, no tienes el mismo nivel de servicio, y es más económico entregarlo al cliente”, concluyó el cocinero, para quien en la actualidad, el mercado de la buena comida tradicional, se está reduciendo.

Juan Arbeláez, el chef colombiano que quiere “sacudir” los cánones en Francia

El chef colombiano Juan Arbeláez no busca estrellas Michelin, pero con un estilo mediático y fiel a sus raíces, inauguró varios restaurantes en Francia donde “se habla fuerte, se bebe un poco demás y uno se divierte demasiado”.

“Aquí no se aprecia el enfoque ecléctico y un chef japonés cocina japonés”, le dijeron.

“París no es Nueva York o Singapur, es una ciudad apegada a la tradición. Pero siempre me ha gustado ‘sacudir’ los cánones”, explica el chef de 35 años, que se hizo famoso hace 12 años gracias al popular programa Top Chef y luego se casó con Laury Thilleman, Miss Francia 2011.

Chef y empresario, formado en restaurantes con estrellas por personalidades culinarias como Pierre Gagnaire o Eric Frechon, el colombiano prefiere el método “anglosajón” que consiste en “viajar, volver con una idea y abrir un restaurante”.

“Mis raíces traen esa libertad y, al mismo tiempo, un tono festivo presente en todos los sitios que lanzo”, cuenta.

El chef colombiano Juan Arbeláez posa durante una sesión de fotos en su restaurante de París el 12 de octubre de 2023. | Foto: El País

“Me encanta cuando hay una mesa que invita copas a otra y terminan todos bebiendo juntos, o cuando un vecino baja y tomamos un trago”, resume.

Proveniente de una familia numerosa con “muchos problemas y disputas”, Juan Arbeláez recuerda las comidas del fin de semana en Colombia que ponían a todos de acuerdo.

“A medida que crecía me decía que quería ganar dinero haciendo feliz a la gente”, subraya.

No al desperdicio

“No quiero intelectualizar la cocina”, afirma. Originario de un país donde “la gente se muere de hambre”, el desperdicio le “resulta intolerable”.

En los restaurantes gourmet “se separa la mejor parte de un producto para los clientes y el resto, en el mejor de los casos, se transforma en comida para el personal. Pero, en el peor de los casos, se tira”, detalla.

“No es necesariamente el precio lo que hace noble un producto, sino el productor y el cocinero”, continúa, llamando a no “avergonzarse de servir riñones, morcilla o caballa”.

En Arbela, los trozos de jamón trufado se utilizan para hacer croquetas y el carpaccio de dorada se espolvorea con trozos de morcilla tostada.

En su último libro de cocina “Recuérdame”, publicado en octubre, se embarca en un viaje gourmet a Colombia con 60 recetas de arepas (pan de maíz), empanadas y sancochos (sopas tradicionales).

“Somos más de 48 millones de colombianos que luchan por mostrar al mundo la belleza y la riqueza de nuestro país. Allí encontrarás sonrisas amplias dispuestas a recibirte sin importar la hora y la situación”, escribe en la introducción.

*Redacción de El País y Colprensa.