Recientes estudios indican que 'Naia',  el esqueleto humano más antiguo, completo y genéticamente intacto hallado en el continente americano, con alrededor de 13.000 años, tuvo una corta vida (15 años) marcada por la hambruna y el cansancio.

De acuerdo con la arqueóloga Pilar Luna Erreguerena, el estudio de sus dientes y huesos largos demostró que a menudo pasaba épocas de carencia extrema.

Los restos de la joven 'Naia', recatados de la profundidad de un cenote mexicano en 2007, tienen gran importancia para la ciencia por ser el eslabón que vincula a los más antiguos pobladores de América con los grupos indígenas contemporáneos del continente.