El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, anunció este miércoles que por instrucción presidencial se ha elevado a una segunda fase el Plan Zamora en el estado Táchira (oeste) implementado hace un mes por el Ejecutivo para "mantener el orden interno" y dijo que enviará más de 2000 soldados a la zona.

El ministro indicó que se activa esta segunda fase del plan por los "ataques sin precedentes" llevados a cabo este martes en ese estado, fronterizo con Colombia, contra "una instalación militar" y varias estaciones policiales.

Además, afirmó que unas 100 personas "asediaron" el grupo de artillería de campaña del Ejército "tirando bombas molotov dirigidas exactamente a donde están las bombonas de gas" con el consiguiente riesgo de explosión de toda la instalación militar.

"Evaluemos todos la intensidad ya de los niveles de terrorismo que están aplicando estos factores violentos para perturbar la paz de la República Bolivariana de Venezuela, para asesinar gente inocente de nuestro hermano pueblo", afirmó Padrino.

Además de los 2000 guardias nacionales que se enviarán a la zona, Padrino anunció la orden de trasladar "600 tropas de operaciones especiales" para cumplir con esta "segunda fase del Plan Zamora" del que aún no se han ofrecido detalles.

Táchira, al igual que Caracas y otros estados del país ha sido en los últimos días escenario de fuertes protestas antigubernamentales y disturbios que han degenerado en saqueos a comercios.

En esta semana en ese estado se han registrado ya dos muertes.

"Así que nosotros hacemos un llamado responsable desde el Gobierno a que cese la violencia, a que todos estos actores políticos que han venido llamando solapadamente a manifestaciones pacíficas pero (...) tenemos que dejar la farsa en el discurso, sabemos que detrás de esto se esconde un plan violento de desestabilización para derrocar al gobierno", aseguró el ministro.

Desde hace mes y medio, en Venezuela se desarrolla una ola de manifestaciones en contra del Gobierno de Maduro, algunas de las cuales han degenerado en hechos de violencia que han dejado un saldo de 43 muertos y cientos de heridos y detenidos.

Tanto opositores como oficialistas se han acusado mutuamente de la responsabilidad de estas muertes, aunque hasta el momento se desconoce todavía la autoría de la mayoría de las mismas.