Agencia AFP

El favorito en las elecciones presidenciales de Taiwán, Lai Ching-te, considerado por China como un “peligro” debido a sus posiciones a favor de la independencia de la isla, encabeza los comicios de este sábado, según resultados oficiales parciales.

Estados Unidos ha gastado miles de millones en armar a esta isla, situada estratégicamente en un paso marítimo que conecta el mar de China Meridional con el océano Pacífico. (Photo by Yasuyoshi CHIBA / AFP) | Foto: AFP or licensors

A inicios de la noche, Lai Ching-te, miembro del Partido Demócrata Progresista (DPP) y actual vicepresidente de Taiwán, sumaba 41,6 % de los sufragios, según resultados oficiales de más de 60 % de los centros electorales.

Su principal adversario, Hou Yu-ih, candidato de Kuomintang (KMT) que preconiza un acercamiento con Pekín, amasaba 33,2 % de los votos.

En vísperas de la votación, Pekín instó a los taiwaneses a tomar “la decisión correcta” si quieren evitar la guerra y describió al favorito y actual vicepresidente de la isla, Lai Ching-te, como un peligroso “separatista”.

Los casi 18.000 colegios electorales repartidos por este territorio de 23 millones de habitantes cerraron a las 16H00 (08H00 GMT) para estos comicios a una sola vuelta.

Quiénes son

Tres hombres aspiran a suceder a la presidenta Tsai Ing-wen, que llegó al límite de dos mandatos (2016-2024) marcados por la creciente presión diplomática, económica y militar de Pekín.

El rechazo a China de parte del candidato favorito a ganar los comicios en Taiwán ha provocado la desaprobación de Pekín y prende las alarmas en el mundo. | Foto: CFOTO

Además de Lai, del Partido Progresista Democrático (PPD) en el poder, se postulan el expolicía Hou Yu-ih del Kuomintang (KMT), partidario de mejorar las relaciones con Pekín, y Ko Wen-je, líder del pequeño Partido Popular de Taiwán (PPT).

Taiwán y China continental están separados de hecho desde 1949, cuando las tropas comunistas de Mao Zedong derrotaron a las fuerzas nacionalistas, que se refugiaron en la isla e impusieron una autocracia que mutó en democracia en los años 1990.

La China comunista nunca dejó de proclamar su intención de “reunificar” el país, por la fuerza de ser necesario. Su ejército prometió el viernes “aplastar” cualquier intento de “independencia” de Taiwán, situada a apenas 180 km de sus costas.

En Washington, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, reunido con un dirigente del Partido Comunista Chino, instó a Pekín a “mantener la paz y la estabilidad” durante los comicios.

El estatus de Taiwán es uno de los asuntos más espinosos de la rivalidad entre China y Estados Unidos, que compiten por la influencia en esta región estratégica.