Este miércoles el poder judicial italiano dio a conocer que en dicho país se desmanteló una red que traficaba droga desde varios países de América Latina, por medio del puerto de Génova o los aeropuertos de Paris y Amsterdam, para revenderla en Italia.

A la cabeza de este grupo figura un italiano, detenido en 2015 por tráfico de estupefacientes junto al hijo de un “padrino” de la ‘Ndrangheta’, la mafia calabresa, que operaba desde su celda gracias a “teléfonos encriptados”, subraya en un comunicado la fiscalía de Génova, el gran puerto del noroeste de Italia.

Este narcotraficante identificado como Gabriele Puleo, quien estuvo instalado durante varios años en territorio colombiano, disponía de “una red de contactos con los narcotraficantes sudamericanos”, añade la fiscalía italiana, precisando que la investigación se había realizado en colaboración con Europol, la Agencia Europea de Cooperación Policial y Eurojust, su homóloga en materia de justicia.

Este narcotraficante identificado como Gabriele Puleo quien estuvo instalado durante varios años en territorio colombiano, disponía de “una red de contactos con los narcotraficantes sudamericanos”, añade la fiscalía italiana. | Foto: Getty Images

En ese sentido, los narcos que tenían su operación en Venezuela tenían ayuda mutua de trabajadores del puerto de Génova, que eran los encargados de facilitar el transporte de las mercancías sin levantar sospecha alguna.

En total se emitieron 22 órdenes de detención durante este operativo, siete de las cuales se referían a albaneses, dos a colombianos y una a un ciudadano de la República Dominicana.

A estos se les acusa de haber importado cocaína de Colombia, la República Dominicana y Panamá entre 2014 y 2022, lo que representa un total de unos 670 kg con un valor comercial de 26,9 millones de dólares.

Los agentes de esta operación pudieron encontrar algunas armas de fuego entre las que se hallaban semiautomáticas, revólveres, pistolas, una granada de mano y armas blancas. | Foto: Getty Images

En cuanto a las condenas, a estos delincuentes se les imputan nueve delitos de tráfico internacional de droga, 38 de detención y cesión de droga con agravante de asociación mafiosa por colaborar con una facción de la ‘Ndrangeta’.

Asimismo, los agentes de esta operación pudieron encontrar algunas armas de fuego, entre las que se hallaban semiautomáticas, revólveres, pistolas, una granada de mano y armas blancas.

Los uniformados también dieron con la incautación de otros bienes como acciones en empresas, vehículos, una cuenta corriente y un anillo de oro blanco con diamantes.

Finalmente, dicho pago por los cargamentos se realizaba en efectivo por medio de intermediarios, con “sistemas extrabancarios”, y proporcionaban recibos a los compradores, según los Carabineros.