Estados Unidos sigue “intensamente focalizado” en liberar a los rehenes cautivos en Gaza pese a la reanudación de los combates entre Israel y Hamás tras una semana de tregua, dijo este viernes 1 de diciembre, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
“Seguimos intensamente focalizados en llevar a todo el mundo a casa, en traer de vuelta a los rehenes, algo en lo que también trabajé hoy”, declaró tras una reunión con los ministros de Exteriores de países árabes al margen de la COP28 en Dubái.
El secretario de Estado se reunió con los jefes de la diplomacia de Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Jordania y Bahréin durante su breve visita a Dubái, así como con un representante de la Autoridad Palestina.
“Estamos decididos a hacer todo lo que podamos para reunir a todos (los rehenes) con sus familias, incluso continuar el proceso que ha funcionado durante siete días”, indicó Blinken, en referencia a la liberación de rehenes israelíes a cambio de presos palestinos encarcelados en Israel durante los siete días de tregua, que expiró este viernes.
En total, 110 rehenes fueron liberados desde el inicio del conflicto, 105 de ellos durante la tregua, en su mayoría mujeres y menores israelíes. Según las autoridades israelíes, aún quedan 137 en manos del movimiento islamista palestino Hamás y otros grupos afiliados en Gaza.
240 presos palestinos fueron liberados por Israel
Blinken pasó el día en Dubái, que acoge a decenas de líderes mundiales en la COP28, la conferencia de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, sobre el clima, después de haber visitado Israel y Cisjordania ocupada.
Israel reanudó los bombardeos este viernes en la Franja de Gaza, asegurando que había golpeado a más de 200 objetivos en el territorio palestino, a pesar de los llamados internacionales a prorrogar la tregua.
La guerra se inició el 7 de octubre, cuando milicianos islamistas irrumpieron en el sur de Israel, matando a 1200 personas, en su mayoría civiles, y secuestrando a unas 240, según las autoridades israelíes.
En respuesta, Israel prometió eliminar al movimiento islamista y desató una campaña de ataques aéreos y terrestres en Gaza que, según el gobierno de Hamás, ha dejado hasta ahora más de 15.000 muertos, igualmente civiles en su gran mayoría.