El diputado islamista Hasan Bitmez murió este jueves en un hospital, dos días después de haber sufrido un infarto mientras daba un incendiario discurso en el Parlamento en el que advertía que Israel sufriría la “ira de Alá” por sus bombardeos contra civiles en Gaza. El líder político calificó de ‘atrocidades´ los ataques israelitas.

Bitmez, de 53 años, sufrió un colapso cuando estaba dirigiendoal Parlamento turco. “Quizá podáis esconderos de nuestra conciencia, pero no de la historia... No escaparéis a la ira de Alá”, fueron las últimas palabras de Bitmez antes de caer al suelo.

Antes de desfallecer había criticado también al AKP al considerar que no está haciendo nada para detener la guerra entre Israel y el grupo islamista radical Hamás, salvo condenar a Israel de forma meramente retórica.

Con la guerra el dinero dejó de tener valor para los palestinos atrapados en Gaza

Hasan Bitmez es atendido mientras yace en el suelo después de desplomarse. | Foto: AFP or licensors

Mohamed al Mahdun, de 36 años, fue obligado a huir al sur por los bombardeos y por el inicio de la ofensiva terrestre israelí. Ahora busca un apartamento en Rafah, en el extremo sur de la franja de Gaza, en la frontera con Egipto.

Al Mahdun tiene que alojar a dos niños y a 11 miembros de su familia extendida y estaba dispuesto a pagar US$ 1.000 mensuales, una pequeña fortuna para los habitantes de Gaza. Pero, no hay nada para alquilar.

“No buscamos nada extraordinario”, contó a la AFP y precisó que aunque tiene un presupuesto considerable, eso no le ayuda para nada.

Un soldado israelí hace un gesto hacia un miembro de la tripulación de un tanque mientras cruza una carretera, como parte del convoy, en medio del conflicto en curso entre Israel y el grupo islamista palestino Hamas, cerca de la frontera de Israel con el sur de Gaza, en Israel, el 4 de diciembre de 2023. | Foto: Reuters

Él y su familia huyeron de la Ciudad de Gaza después de que su casa fuera impactada por un bombardeo israelí. Como no tenían combustible, tuvieron que abandonar su vehículo y huyeron sin nada.

Ante la llegada del frío, Al Mahdun logró conseguir prendas para invierno, pero tuvo que pagar tres veces el precio normal. “Llegamos aquí tras un sufrido y humillante viaje indescriptible que será imposible de olvidar. Todo el dinero del mundo no puede compensar lo que vivimos”, afirmó.

“Me siento impotente cuando mi hijo me pide algo. Pide chocolate o chips y pagaría una fortuna para darle gusto. Solo que no hay nada”, añadió.