El Reino Unido, que el miércoles registró más de mil muertes por covid-19, necesitaba un tercer confinamiento para ganar la "carrera" de vacunación contra el coronavirus, defendió el primer ministro Boris Johnson ante el Parlamento, que aprobó retroactivamente esta medida.

Enfrentado a otra ola imparable desde el descubrimiento en diciembre de una nueva cepa aparentemente más contagiosa, el país registró 1.041 muertes en las últimas 24 horas, igualando niveles del pico de abril.

Con 77.346 muertos, el Reino Unido vuelve a ser el país de Europa más castigado por la pandemia, superando a Italia, y el miércoles registró 62.322 nuevos positivos.

En este contexto, acelerar la vacunación masiva aparece como la única esperanza.

"Estamos lanzados en una carrera para vacunar a las personas vulnerables más rápido de lo que el virus puede alcanzarlas", afirmó Johnson, al defender su decisión de reconfinar al país. Anunciada repentinamente el lunes por la noche, esta entró en aplicación ya el martes.

"Pero si vamos a ganar esta carrera (...) tenemos que darle a nuestro ejército de vacunadores la mayor ventaja posible" y "para hacerlo debemos una vez más quedarnos en casa", agregó.

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Los 56 millones de habitantes de Inglaterra entraron en su tercer confinamiento nacional, tras los de la primavera boreal y el mes de noviembre, que permanecerá legalmente en vigor hasta el 31 de marzo, según la legislación adoptada el miércoles por la Cámara de los Comunes.

Escocia también inició el martes un nuevo confinamiento total durante todo enero, mientras que Gales e Irlanda del Norte, que ya estaban confinadas parcialmente, cerraron sus escuelas.

Objetivo: 14 millones en mes y medio

Pese a la hostilidad de algunos diputados del campo conservador de Johnson, la medida para Inglaterra fue aprobada por muy amplia mayoría, 524 votos a favor y 16 en contra, gracias al apoyo de la oposición laborista.

Su líder, Keir Starmer, que venía reclamando desde hacía días un nuevo confinamiento, volvió a criticar la lentitud y la inconstancia del gobierno en la gestión de la pandemia.

Pionero de los países occidentales en la campaña de vacunación, que inició el 8 de diciembre, el Reino Unido ya ha inoculado a 1,3 millones de personas con las vacunas desarrolladas por Pfizer/BioNTech y AstraZeneca/Oxford.

Y se ha marcado el objetivo de haber vacunado a mediados de febrero a todos los mayores de 70 años, además de a los trabajadores sanitarios, casi 14 millones de personas.

"El calendario de vacunación es realista pero no fácil", reconoció en rueda de prensa el martes el consejero médico del gobierno, Chris Whitty.

También el secretario de Estado encargado de la campaña, Nadhim Zahawi, consideró el miércoles que es una meta "muy ambiciosa" pero alcanzable, en declaraciones al canal Sky News.

En respuesta a las críticas de países como Australia o Bélgica, donde las campañas de vacunación tardan más en despegar, un portavoz de Johnson reiteró el miércoles: "no nos hemos precipitado en la autorización de las vacunas".

"Los británicos deben confiar en ellas y administrárselas" cuando les llegue el turno, afirmó, subrayando que fueron sometidas a exámenes exhaustivos sobre su seguridad.