Este automóvil volador es monoplaza y tiene una apariencia que recuerda a un dron -con hélices donde deberían estar las cuatro ruedas de un coche convencional- de 2,9 metros de largo, 1,3 de ancho y 1,1 de altura.

Pese a que la idea inicial fue de 20 ingenieros que componen la empresa Cartivator, Toyota les ha garantizado una financiación de 42,5 millones de yenes (340.000 euros/380.000 dólares).