A primera hora de la mañana se escuchan algunos ladridos en un albergue para solicitantes de refugio en Sao Paulo. La llegada de los perros da comienzo a la terapia con animales, una iniciativa con la que una organización brasileña busca el estímulo físico y psíquico de los recién llegados.

Cuarenta personas, la mayoría nigerianas y angoleñas, viven desde hace meses en la Casa da Passagem, un centro temporal de acogida en el que los inmigrantes tienen su primer contacto con la realidad brasileña.