Rodeado por banderas y entre cánticos militantes, los restos del expresidente peruano Alan García dieron este viernes su último recorrido por el centro histórico de Lima acompañados por miles de personas, antes de ser conducidos hacia el cementerio donde serán cremados en estricta intimidad.

Así se puso fin a la despedida del exmandatario, quien se disparó en la cabeza el pasado miércoles para evitar ser detenido acusado de actos de corrupción.

Tras un responso y la lectura sorpresiva de una carta que dejó antes de suicidarse para evitar ser detenido por presunta corrupción, el féretro de García fue conducido en hombros durante unas doce cuadras desde la "Casa del Pueblo", el local principal del histórico Partido Aprista Peruano (PAP), hasta la céntrica plaza San Martín.