Para entender las dinámicas del fenómeno de la cultura salsera en Cali, es preciso conocer primero las raíces. Y ellas, las más profundas, habitan en un microcosmos de lugares emblemáticos donde se juntan grandes colecciones de música afroantillana y grandes conocedores de la misma.

Y dentro de ese pequeño universo de los clásicos de la rumba, El Habanero es una estación imprescindible. Visitarlo es casi como entrar en una máquina del tiempo para transportarse a épocas en las que la rumba en Cali tenía otros códigos. El del respeto hacia la música, por ejemplo, que se traduce en el acto sublime de bailarla bien, con menos acrobacia, pero más cadencia, dibujando sobre la pista cada resquicio de la melodía.

Al visitar El Habanero, en el corazón del parque Alameda, uno tiene la sensación de que este lugar tiene algo de la magia que ‘Casa Blanca’ inmortalizó en el cine. Y su creador, Manolo Vergara, siempre tan impecable como Bogart, se esfuerza por mantenerla. Él, y muchos de los viejos amigos que se reúnen allí sagradamente cada semana, son auténticas biblias de los secretos de la rumba en Cali.

Por esas mismas razones, son muchos los jóvenes bailadores que llegan hasta el templo de Manolo en busca de la fuente de la sabiduría. Lo tienen claro: sin raíz no hay alas.

Este video hace parte del especial La Ruta (Secreta) de la Salsa en Cali, véalo completo aquí