En estos cambuches y carpas habitan niños, desde bebés hasta adolescentes, personas de la tercera edad, y hombres y mujeres de todas las edades. 

La Unidad Residencial Sultana del Norte es uno de los predios impactados por el asentamiento de migrantes venezolanos que se ubicaron sobre la acera de la Calle 30N. En ese conjunto habitan cerca de 60 familias que se ven afectadas por el ruido, la inseguridad y el exceso de desperdicios en la zona.

En agosto de 2018 la comunidad del sector se reunió para enviar un derecho de petición a la Alcaldía de Cali solicitando la reubicación de los migrantes. La respuesta de la Administración fue un plazo de 15 días que no se ha cumplido.