El caudaloso río Cauca, segundo en importancia de Colombia, se muere literalmente de sed por el cierre de una compuerta en la hidroeléctrica en construcción de Ituango, en Antioquia, que redujo su lecho aguas abajo de la presa a un valle de piedras y arena en el que los peces agonizan por montones.

El desastre medioambiental y ecológico tiene además un impacto negativo en la economía de miles de ribereños que obtienen su sustento de la pesca y que ahora miran desconsolados el paisaje desolador del río Cauca, que en algunos puntos se puede atravesar a pie.