Custodiada por un rebaño de vacas, y aún con el pico y la pala en su interior, permanece abierta la que estuvo a punto de ser la tumba en la que el pasado 30 de enero sería sepultado el cuerpo de Ederley Arenas Fernández, un joven residente en el municipio de Pradera, Valle.

El improvisado panteón, oculto bajo un pequeño arbusto, está en el lote contiguo a la hacienda María María del corregimiento Santa Elena, en el municipio de El Cerrito, y de acuerdo con el certificado de tradición del inmueble, hace parte del fideicomiso Mirador del Paraíso, una parcelación en el predio de propiedad de la actual alcaldesa, Luz Dey Roa, y su esposo Silvio Montaño, asesinado en 2019.

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Años antes de ser la escena de un crimen, de que en sus predios se desatara un tiroteo entre un grupo de hombres armados y la Policía, y que se encontraran en su interior siete pistolas, dos escopetas, una mira y abundante munición, la hacienda era uno de los lugares más glamurosos para la celebración de eventos campestres en el centro y sur del Valle.

Está a pocos minutos de la emblemática Hacienda El Paraíso, donde tuvo lugar el amor imposible de Efraín y María, y en su pequeña capilla con capacidad para 120 personas, muchas parejas se pararon frente al altar para jurarse amor infinito y las fiestas se prolongaban hasta la madrugada.

Pero el pasado 30 de enero tuvo lugar el que seguramente será el último y el más insólito de los banquetes que se organizó en la hacienda: un sepelio.

Junto a la capilla habrían de pasar con el muerto, pero no habría misa ni féretro; sin campanas ni sacerdote. la más austero de las inhumaciones.
Entre el salón que durante muchas noches sirvió de bar para la distribución de comidas y licores permanecía un cuerpo sin vida, oculto tras unas cajas plásticas, mientras en el lote contiguo otros de los jóvenes con pica y pala alistaban la fosa.

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El País ingresó en la vivienda y el ambiente fúnebre se ha apoderado de la lujosa hacienda. Las puertas de acceso permanecen cerradas con gruesas cadenas y candados recién comprados.

En las habitaciones es evidente que previo al homicidio hubo una celebración con aguardiente y champaña, botellas que permanecen en el bar en el que se ocultó el cuerpo, que presenta varios disparos y señales de tortura, y en los alrededores quedan pequeñas bolsas plásticas con residuos de droga.

Entre las siete personas capturadas, tras el cruce de disparos con la Policía está Silvio Santiago Montaño, de 32 años, hijo de la Alcaldesa de El Cerrito, y su primo Juan Pablo Montaño, de 36, y sobrino de Silvio Montaño.

“Por direccionamiento estratégico del Fiscal General de la Nación, los directores seccionales tenemos la obligación de investigar los hechos criminales que puedan afectar de manera grave la seguridad territorial y lo que pueda constituir organizaciones criminales y es una hipótesis que se está profundizando, teniendo en cuenta el número de personas encontradas y el tipo de armas que pueden generar grave daño a la integridad personal y las circunstancias que rodearon este hecho en el que trataban de encubrir un homicidio”, explico Sandra Eugenia González, directora seccional de Fiscalías Cali.

Versiones recogidas por las autoridades señalan entre las hipótesis que estas personas harían parte de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas sintéticas.

La caja de pandora

El hallazgo, dos días después del cruce de disparos, de otro cuerpo en inmediaciones de la hacienda ratificó que algo muy turbio se estaba gestando en el predio entre sus huéspedes, varios de ellos con antecedentes judiciales por delitos como concierto para delinquir, porte ilegal de armas y tráfico de estupefacientes.

Este cuerpo fue identificado como Brayan Steven Gutiérrez, conocido con el alias de El Muerto y condenado por delitos como el asesinato el 9 de julio de 2011 del diputado Fernando Vargas, entonces candidato a la Alcaldía de Yumbo por el partido Cambio Radical, y por el ataque sicarial en el cementerio de Jamundí que acabó con la vida del exconcejal Rogelio Muñoz.

La investigación determinó que Gutiérrez se encontraba también en la hacienda María María y que resultó herido en el cruce de disparos con los uniformados de la Policía Valle.


“Cabe resaltar que el día de los hechos esta persona, quien resultó lesionada, había logrado huir, cayendo en una zona boscosa aledaña a la finca y por la herida que presentaba murió y fue solo hasta dos días después que su cuerpo fue encontrado en medio de una inspección que se realizaba en la finca”, dijo el comandante de la Policía Valle, coronel Ever Yovanni Gómez.

Datos judiciales detallan que alias El Muerto, quien también estaba señalado del asesinato de otra persona en Cali con arma blanca en diciembre del 2011, había sido capturado en la ciudad de Tunja, Boyacá en el año 2012 y que fue condenado a 18 años de cárcel, pero recuperó la libertad en el 2022, luego de diez años tras las rejas.

¿Una turbia tradición?

La hacienda María María y en general la parcelación Mirador El Paraíso no son nombres ajenos a las autoridades judiciales.

Documentos obtenidos del proceso de investigación por el asesinato del exalcalde Silvio Montaño, el 29 de enero de 2019, revelan que entre las principales hipótesis de su muerte estaría el reclamo de William Herrera, sobrino de Élmer ‘Pacho’ Herrera, de que varios de los bienes del Clan estaban en manos de Montaño, cuya familia asegura que fue comprador de buena fe.

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De hecho, el pasado 17 de enero del 2020 la Fiscalía 43 Especializada de la Unidad Nacional de Extinción de Dominio dictó medidas cautelares de suspensión del poder dispositivo, embargo y secuestro de uno de los lotes ubicados en la Manzana E del Mirador El Paraíso, registrado a nombre de Silvio Montaño Arango, pero que desde el 2015 le habían comprado otras personas.

Investigaciones recientes detallan que con base en la información de un testigo se llegó hasta una finca en la parcelación Sauzalito, en Calima-El Darién, y se realizó un allanamiento en el que se encontraron libros con varios folios de matrículas de bienes que pertenecería a Pacho Herrera y que aún se encuentran en manos de terceros.

“Vale la pena recalcar que en estos libros se encuentran relacionados folios de matrículas con la dirección y la ciudad donde se encuentran los inmuebles que, según las diferentes declaraciones obtenidas dentro del proceso penal y de extinción de dominio, corresponderían a Élmer Prono Herrera, los cuales se encuentran a nombre de terceras personas, quienes serían sus testaferros y a los cuales William Herrera, sobrino de Pacho Herrera, los venía despojando o extorsionando”, relata el documento del Juzgado Tercero de Extinción de Dominio de Bogotá.