Las comunidades del municipio de Suárez, en el norte del Cauca, rechazaron la muerte de la comerciante Jenifer Camila Hinojosa Caiza en medio del brutal ataque con explosivos contra la estación de Policía.
Esta mujer, ecuatoriana, de 23 años de edad llegó a esta población para laborar como comerciante, en uno de locales ubicados en el área urbana. En la tarde de este miércoles 19 de noviembre trabajaba en sus actividades en esa parte de Suárez cuando terminó impactada por uno de los tres explosivos que lanzaron contra la Policía.
Ella no alcanzó a correr ni a refugiarse. Atendía a varios clientes cuando comenzó el ataque y la carga explosiva lanzada desde un dron estalló en la zona. La onda expansiva la alcanzó y le quitó la vida de inmediato, según relataron los habitantes que corrieron a auxiliarla con la esperanza de encontrarla con vida.
“Ella integraba un grupo de ecuatorianos, son familiares entre sí, trabajan en los locales en Suárez, justo en esa calle donde está la Policía. Y llevan varios años en el sector y miré, como le quitaron la vida”, agregaron los testigos, quienes expresaron que otras cuatro personas terminaron heridas en estas fuertes detonaciones.
Por eso, y a pesar de la tensión del momento, las mismas comunidades salieron en ayuda de esos civiles, brindándoles los primeros auxilios en el lugar donde se presentaron las explosiones para después, por sus propios medios, trasladarlas al hospital local.
“Los heridos son civiles, personas que trabajan en la parte el centro del municipio, pero fueron sorprendidos por este ataque, nos les dieron tiempo de correr o refugiarse, por eso fueron alcanzados por estas explosiones. En otros casos, estaban en su vivienda cuando pasó este atentado, así que ahora buscamos cómo movilizarnos para pedirle a los señores de la guerra que por favor no más violencia contra nosotros, que no tenemos nada que ver en esta confrontación”, agregaron los pobladores de este municipio.
Este caso muestra la intensidad de la guerra que ahora se registra en el Cauca entre las disidencias de las Farc y la fuerza pública, quedando en medio las comunidades, las cuales no saben qué camino tomar ante el riesgo de nuevos hostigamientos.
“Estamos cansados de vivir esta violencia, no sabemos qué más hacer, para dónde coger, por eso al gobierno nacional se le hace un llamado urgente para que ayude a detener la guerra en nuestro municipio, esto ya se salió de las manos y la población no puede vivir así, ahora oramos a Dios para que nos proteja en estos momentos, que nos acompañe y nos dé la sabiduría para tomar el mejor camino”, expresó el alcalde de esta población, César Cerón, al confirmar los últimos hechos registrados en esta población del norte del Cauca, una de las más golpeadas por la confrontación armada.