Desde el pasado lunes, 225 internos del patio cuatro de la reconocida cárcel San Isidro de la ciudad de Popayán, en su mayoría indígenas, iniciaron una huelga de hambre pacífica para exigir una alimentación digna y de calidad.

A pesar de esto, la respuesta de las directivas del Inpec fue un violento operativo que terminó en golpes, insultos y la confiscación de sus pertenencias, denunciaron los internos, quienes lograron reportar lo sucedido a sus familiares.

Los internos lograron contar lo sucedido a los familiares, quienes fueron los encargados de alerta de esta situación desde el pasado lunes 27 de octubre. | Foto: Internos Patio Cuatro Cárcel San Isidro

Y es que los recursos aseguran que llevan meses recibiendo comida en mal estado, sin los mínimos estándares de salubridad. Por eso, cansados de lo que califican como “bazofia”, decidieron abstenerse de comer para llamar la atención de las autoridades carcelarias.

De ahí que en la mañana de este martes 28 de octubre, el reclamo por dignidad se convirtió en un episodio violento: los guardianes del Inpec irrumpieron en el patio cuatro con bolillos, escudos y gases, golpeando a los internos y destruyendo sus pocos objetos personales.

“No llevaron diálogo, llevaron odio”, denunció un interno a través de una llamada grabada que circula entre familiares, quienes fueron los encargados después de denunciar lo sucedido.

Tras la intervención, los internos denunciaron que algunos guardias confiscaron hamacas, cobijas, utensilios de cocina y alimentos básicos como azúcar o café. Según familiares, las condiciones de frío y hambre podrían provocar una crisis humanitaria si no se permite el ingreso de víveres.

“Los quieren doblegar matándolos de hambre y de frío”, afirmó un vocero de familiares desde el exterior del penal.

Los internos del patio cuatro piden una mediación de las autoridades municipales y regionales para encontrarle una solución a la huelga de hambre que adelantan. | Foto: Policía Metropolitana de Popayán

A raíz de la gravedad de los hechos, la Defensoría del Pueblo y la dirección del Inpec solicitaron al Gobernador del Cauca la realización de un consejo de seguridad urgente con los líderes de los internos y demás personal penitenciario.

“El objetivo, según el comunicado, es “tomar medidas para evitar hechos de violencia contra funcionarios y personas privadas de la libertad”, especialmente después del reciente plan desarme desarrollado en San Isidro”, expresaron los familiares.

Este episodio expone la profunda crisis carcelaria en Colombia y en la ciudad de Popayán, donde la sobrepoblación, la mala alimentación y los abusos de algunos guardianes del Inpec se repiten sin soluciones estructurales.

“Acá en Popayán, el penal San Isidro ha sido señalado en varias ocasiones por violaciones a los derechos humanos y hacinamiento. Mientras los internos siguen en huelga de hambre, esperamos que las organizaciones defensoras de derechos humanos se presenten de manera inmediata, que la Defensoría del Pueblo y la Personería de Popayán ingresen rápido al penal para verificar las denuncias y garantizar la integridad física de los internos”, expresaron los seres queridos de los reclusos que reportaron esta situación.

Grave crisis humanitaria en la Cárcel San Isidro de Popayán, internos denuncian deplorables condiciones de alimentación y salud; “cometimos errores en la vida, pero, no somos animales, este trato es inhumano”, denunciaron los internos del patio cuatro de este centro carcelario. | Foto: Inpec