Han pasado ya, varios meses desde que se conociera la dolorosa muerte de la pequeña Valeria Afanador, en Cajicá.
La niña, de tan solo 10 años de edad, había desaparecido el pasado 12 de agosto de su entorno escolar, cuando comenzó una intensa búsqueda que se extendió durante 17 días, con la ayuda de autoridades y familiares de la menor.
Su cuerpo fue hallado en la zona de Río Frío, jurisdicción del municipio de Cajicá (Cundinamarca), donde según las evidencias forenses, “la menor de edad murió por ahogamiento o sumersión en medio líquido”.
Dicho expediente se conoció apenas hace algunas semanas, donde se reveló que la niña, “aspiró e ingirió agua y residuos de pantano encontrados en su estómago y vías respiratorias. La presencia de cambios de adipocira indica que la menor de edad estuvo en el pantano y en contacto permanente con agua y material biológico en descomposición”, agregó el reporte del ente investigador.
No obstante, esta semana, un nuevo hecho vuelve a poner la lamentable noticia en el radar, pues se conoció recientemente, que tanto la familia de la pequeña Afanador, como directivos de su colegio, estarían siendo amenazados.
Así lo dio a conocer el abogado Francisco Bernate, quien aseguró que son varios los mensajes que estarían llegando, por lo que “la Fiscalía tiene la obligación no solo de proteger a las autoridades del colegio que son el objeto de esta amenaza, sino también, de poner tras las rejas a esa persona de inmediato“, señaló Bernate.
Cabe decir que, entre dichos mensajes, algunos de mucho peso fueron revelados en imágenes, donde se puede leer.
- “Voy a encender en llamas a ese colegio”
- “La muerte de Valeria no quedará impune”
- “Merecen pagar en vida lo que hicieron”, entre otros insultos con fuertes acusaciones.
Cabe decir que, a raíz de las amenazas, las autoridades han intensificado la investigación para dar cuenta de quién estaría siendo responsable de las intimidaciones.
De hecho, el caso ha escalado tanto, que los padres de Valeria Afanador tuvieron que cambiar su lugar de residencia, ante el acoso de inescrupulosos.
No obstante, y a pesar de que se barajaron todas las hipótesis, el caso aún sigue siendo investigado, pese a ya tener un expediente forense.
Al respecto, el litigante del caso, desestima que dichas amenazas puedan provenir de la familia de Valeria Afanador y que, por el contrario, aún hay muchos interrogantes sobre lo que realmente ocurrió con la pequeña, quien permanecía en su colegio, Los Laureles, minutos antes de su desaparición.