Los soldados del Batallón de Entrenamiento y Reentrenamiento Nº. 3, ubicado en el municipio de Zarzal, despertaron entre las 4:00 y las 4:30 de la mañana. Sin embargo, el viernes no fue un día común para los casi mil jóvenes que reciben adiestramiento y luego son enviados a otros departamentos, con el fin de prestar sus servicios de protección y seguridad al país.
En este lugar se concentraron ocho batallones con 982 soldados, pero el ambiente era distinto: tras presentarse con sus uniformes impecables, en lugar de los habituales llamados a formarse escucharon música de fondo, por lo que varios, lejos de contenerse, mostraron sus dotes para el baile, en el marco del cumpleaños 215 del Ejército Nacional.
Los uniformados participaron en actividades deportivas, culturales y de bienestar, lideradas por Yamileth Valencia de Cardozo, directora de la Asociación Nacional Acción Social Ejército Colombia, Anase, y esposa del comandante de la institución, el general Luis Emilio Cardozo.
“Esta Asociación es el brazo solidario que tiene el Ejército Nacional para ayudar a los soldados a nivel nacional. Tenemos once oficinas en todo el país, donde hacemos recolección de fondos con múltiples actividades, para llevar bienestar a los soldados”, explicó a El País, mientras observaba satisfecha las sonrisas de los jóvenes.
Al recibir el refrigerio, los soldados participaron en partidos de fútbol, tiro al blanco y carreras de encostalados, mientras su compañeros los animaron con barras y gritos alegres.
“Decidimos venir al Biter de Zarzal porque hay ocho batallones concentrados aquí reentrenándose. Al principio, la idea era hacer algo pequeño en un solo batallón, pero, al ver la necesidad de atender a 982 soldados, decidimos traer bienestar para todos ellos”, aseguró la esposa del general Cardozo.
Con la disciplina que los caracteriza, los militares se ubicaron dividiéndose por batallones frente a la tarima, pero el orden quedó en segundo plano cuando se les pidió enviar a un representante para una batalla de baile en la que los más experimentados uniformados dieron todo de sí.
Al ritmo de canciones de salsa choke y baile exótico, los soldados Palacios, Hurtado, Cuero, Amú y Herrera se pararon frente al frenético público y durante unos minutos mostraron sus pasos prohibidos.
Al finalizar cada ronda, sus compañeros votaron con aplausos y arengas, y el que menos apoyo recibió, fue eliminado.
Tras un derroche de habilidad dancística, Cuero fue el ganador de una bicicleta de color rojo que recibió de manos del general Cardozo, quien observó impresionado el talento de sus uniformados en la pista. Los demás participantes obtuvieron un balón de fútbol, una gorra de la institución y una pañoleta.
“Me pareció muy chévere y elegante. Participamos todos los cursos y batallones, recibimos premios y nos prestaron la atención que necesitamos. Ver a todos tan risueños y bailando fue especial, porque aquí normalmente vivimos en un ambiente de carácter y disciplina”, dijo el soldado David Serna, quien fue partícipe de rifas y otras actividades.
Para el sargento viceprimero Edison Vázquez, del Batallón de Instrucción, Entrenamiento y Reentrenamiento N°. 3, fue todo un logro ver a los soldados tan felices: “Este 8 de agosto fue un día que no olvidarán. Más allá de los obsequios, el hecho de que el mismo Comandante del Ejército venga a hablar con ellos nos da grandes pautas para seguir trabajando por Colombia”.
Fue así como, después de disfrutar de actividades distintas al día a día de un batallón, los más de 900 soldados recibieron unas palabras de ánimo y gratitud por el servicio que prestan a la Patria, por parte del Comandante del Ejército Nacional: “Nuestro compromiso es Colombia. Debemos estar siempre protegiéndola de todo tipo de amenazas y, para hacerlo, necesitamos de un Ejército entrenado, cohesionado, profesional, pero sobre todo motivado y que entiende que la causa a defender es la libertad y los derechos de cada uno de los ciudadanos de este país”.