Gustavo de Jesús Quintero Morales, más conocido como El Loko o El Loco Quintero, fue un reconocido cantante y showman de la música tropical colombiana. Con su orquesta Los Graduados, pegó éxitos que hoy son clásicos de la Navidad colombiana, como sus mosaicos, además de temas emblemáticos: La Cinta Verde, Juanito Preguntón, La Pelea del Siglo y Fantasía Nocturna.

Falleció el 18 de diciembre de 2016, le sobreviven sus hijos, Javier Gustavo y los mellizos, Melissa y Jonathan, cada uno está labrándose su propia carrera, como él hubiera querido.

Es su viuda Consuelo Ruiz, quien preserva su legado musical a través de la gestión de su música, su orquesta Los Graduados, su biografía y está en sus planes crear un museo sobre su amado esposo. Hablamos con ella.

¿Qué siente de seguir manteniendo el legado de su esposo y que siga sonando?

Me da alegría saber que la obra que dejó aún sigue vigente. Aunque con su agrupación, seguimos cumpliendo en nuestras giras y presentaciones, con el legado que dejó, nos da mucha tristeza su ausencia, porque él era la alegría en la tarima, era un show completo. No necesitaba uno ir a bailar, porque él era el show.

El Loco Quintero y su familia. | Foto: El País

¿Cuál es el playlist infaltable de El Loco Quintero y Los Graduados en navidades?

Gustavo tenía una frase muy realista: “Para mí todo el año es Navidad”, porque todo el año se trabaja. Pero canciones que siempre salen a relucir en estas épocas son Los Aguinaldos, Nochebuena, Arbolito de Navidad, Año Nuevo Vida Nueva, y así, temitas que nosotros siempre involucramos como para hacer un recordatorio de Navidad, pero no dejamos de tocar Alumbra Luna, Lucerito, Papá y Mamá, Carita de Ángel, que la gente no le perdona a uno si no los toca.

¿Cómo han hecho para mantener su legado vigente, tras su muerte?

Yo desde hace 34 años viajo con la agrupación, desde que me casé con Gustavo. Primero, era por acompañarlo, luego me fue pidiendo ayuda y al final me involucré del todo con la orquesta, ya era quien hacía los contratos, coordinaba las salidas a los eventos, los hoteles. Y uno le va cogiendo cariño a lo que hace.

Pero yo era muy relajada porque contaba con él, estaba a su lado, y podía concertar con él todo. Pero ya ahora, que faltó, aunque me enseñó todo lo que sé, no ha sido fácil, Gustavo se fue el 18 de diciembre de 2016. Son 9 años ya de su viaje. Al día siguiente de cumplirse este aniversario de su muerte, nos presentamos en un teatro en Cali, y fue un homenaje lindo, como lo es cada presentación de la orquesta.

¿Se siente mucho el vacío? ¿Ha sido complejo continuar con la agrupación sin él?

Así es, él es nuestro maestro. Ya tenemos una marca reconocida, pero no al artista, labrarnos camino sin él ha sido duro, porque hay competencia buena, pero también desleal. Y revivirlo con IA, eso me parece muy triste.

¿Dejó algunas canciones inéditas?

Gustavo antes de irse grabó Las Tres Marías y otro Lupe, Lupe, Guadalupe. Hicimos promoción, pero la gente nos pedía Lucerito, Don Goyo, La Cinta Verde, la música que hizo famosa, que quedó en el corazón de la gente, como son temas que están tan metidos en el público, la gente quiere oir eso.

¿Quiénes interpretan ahora la música de Gustavo Quintero?

Tengo tres vocalistas: Gabriel Hurtado, que lleva 9 años; Freddy Alvarez y Elbert Moreno, que interpretan su música, no se trata de imitarlo, porque esa fue la condición que les pusimos, porque lo que Gustavo hacía era original y genuino en él, eso de tirarse al suelo y todo el show que hacía.

Pero estos muchachos tienen las voces muy afinadas, la particularidad de las canciones de Gustavo es que tienen tonos muy altos y con mucha letra. Lo más importante es que en la agrupación hay gran calidad de gente, muy jóvenes, estudiosos de esta música tropical colombiana.

¿Cómo es su actividad durante todo el año?

Nosotros no trabajamos solo en Navidad, aunque en diciembre se incrementa por las fiestas, viajamos todo el año dentro y fuera del país. Hemos tenido bastante trabajo en Antioquia, en Cali donde nos presentamos ya en Arena USC. Gustavo siempre fue de Feria de Cali, de Tuluá, de Palmira. Hacía 9 años que no volvíamos, por eso teníamos mucha expectativa. Ese cariño de la gente hacia él y su música, es muy importante. Mucha gente nos escribe contándonos que nos van a acompañar en los conciertos, eso es lo más bonito. Luego estuvimos en el Teatro Cafam, de Bogotá; el 24 y 31 estaremos en Medellín, en hoteles; vamos después a las fiestas en Boyacá. Nosotros vamos mucho a Santander, a Barrancabermeja.

¿Cómo se conoció usted con El Loco?

De conocernos tenemos como 40 años y de casados, 34, pero estuvimos cinco años entre el sí y el no. Pero al final fue sí. Nos conocimos en un pueblo de la Costa: Planeta Rica, Gustavo tenía una finca allá, yo pasaba vacaciones en la finca de enseguida. Mi papá fue ganadero y ellos se hablaban mucho. Yo estaba estudiando, cuando lo conocí, la gente no creía porque era muy famoso.

Gustavo Quintero grabó un tema con uno de sus hijos, quien hoy es piloto. | Foto: El País

Pese a sus locuras, a su cabeza tan alborotadita, con su folclor y sus cosas, tenía en claro muchas cosas, formar un hogar con una persona muy diferente a las que veía en los shows. Él decía, a la que vea por ahí sentadita, bien tapadita, esa es la que me gusta. Me adapté, o nos adaptamos, fueron muchos años, fuimos inseparables. Tenemos nuestros hijos, que son nuestro valuarte.

¿Ellos siguieron el camino de su padre?

Javier Gustavo, el mayor, se movía mucho el papá, y él lo subía a la tarima y lo ponía a cantar, decía, este va a ser el heredero, el que me va a suceder, pero se fue por los aviones, él es piloto de una aerolínea americana, pero mire que él grabó con el papá en el 2000 con Codiscos una canción que se llama Emprendiendo Vuelo. Lo que se dice, se atrae, el video fue con avión y mire, terminó de piloto. Fue una producción hermosa. Él decía, mi papá es el único que se le mide a todo eso.

¿Le gustaría que sacaran una novela alusiva a él?

A ver, yo siempre he dicho que como no somos costeños, sino paisas, y los costeños no se han acabado de morir cuando ya les están haciendo monumentos. Hicieron una serie que se llamaba Loquito por Ti, supuestamente haciendo alusión a los dos cantantes tropicales colombianos, pero ni era el uno, ni era el otro, porque fueron dos referentes de la música tropical colombiana. Fueron como las madres de estas orquestas que han nacido. Porque en Colombia hay como 100 Hispanos, 100 Graduados, todo el mundo dice que toca la música de Rodolfo Aicardi y de Gustavo Quintero, la sacan en versión discotequera, en salsa, pero la gente que conoce la historia, sabe cómo es la música de Los Hispanos y de Los Graduados. Yo saqué un libro que se llama La Seria Vida de un Loco: Gustavo Quintero, en plena pandemia. Pero fue con los escritos que él dejó. A él le gustaba mucho apuntar lo que él decía, entrevistas que él hacía, las grababa y guardaba. De esas recopilaciones saqué el libro y le ha ido muy bien, todo está contado de manera sencilla, muy bien ilustrado, con muchas fotos. Ahora me faltan otras cositas por realizar.

¿Qué desconoce la gente del Gustavo El Loco Quintero más íntimo, más familiar?

Mire, Gustavo Quintero como persona fue excelente, como artista: fuera de serie, inigualable, inimitable. Gustavo se las ingeniaba para hacer gozar la gente, él se disfrazaba en los eventos para que la gente que no pudiera bailar se riera. Era fuera de serie, no nacerá otro, como no nacerá un Lucho Bermúdez o un Rodolfo Aicardi. Todos tenían su estilo.

Gustavo era sencillo, noble, buen papá, buen esposo, muy enfocado en el hogar, a pesar de sus locuras, quería formar unos hijos, que tuvieran sus profesiones. No quería que los llamaran “el hijo de El Loco”, sino que se hicieran su propio nombre. Tenemos unos mellizos, y uno de ellos se graduó antes de que Gustavo muriera, se fue tranquilo.

¿La relación de Gustavo con Rodolfo Aicardi era buena o es como la han pintado?

Eso fue puro mercadeo. Decían que Rodolfo y El Loco no se podían ver, que se daban golpes, pero eso era mercadeo de las disqueras, para hacer su mano a mano. Que salieron por ahí en unas carátulas con los ojos morados, hasta con una carabina, pero no es verdad. Eran dos modos de ser muy diferentes.

¿Usted no estuvo de acuerdo con lo que se contó en la telenovela Loquito por Ti?

No, para nada, es que no se parecen en nada. Empezando porque mostraban a un Gustavo Quintero tomando en tarima, tirándose en el escenario, fumando, mucha extravagancia. Le estaban mostrando a la gente una imagen de él que no era, porque es que Gustavo nunca hacía eso, él no tomaba, él no fumaba. Que él se subía a un escenario y se enloquecía, sí, pero era de alegría, él decía “yo vengo a alegrarlos estas dos o tres horas, para que se olviden de deudas, de problemas”.

¿Qué canción le dedicó él a usted?

A mí no me dedicó ninguna canción. Cuando yo lo conocí ya estaba sonando hacía mucho rato Carita de Ángel, así que no es como mucha gente dice, que la hizo para mí. Nosotros encontramos un tema, entre las cosas que dejó, en una agenda que tenía. Allí dejó una hoja arrugada, que seguro iba a botar, y se la pasé al director musical, me dijo: “Esto es una canción, y bonita, hagámosle el arreglo y la sacamos”. Se llama Lo Mejor de Mí.

Él me decía la Cenaida, me decía Colombia, la gente no sabía ni cómo me llamaba yo, porque me ponía todos los nombres. Pero allí decía que dejaba todo lo suyo a sus hijos, al público que lo amó, está en Youtube, es una canción hermosa, la promocionamos en los medios a Bogotá y gustó mucho. Pero la gente siempre se pega de los éxitos de antes, tendríamos que grabar reguetón.

Pero hay un regreso a los éxitos del ayer, en especial en esta época, ¿no?

Sí, Navidad es un evento muy nostálgico. Le llaman el chucuchucu, en las viejotecas, pero esta es la música más hermosa, la letra, el ritmo, los bailes más lindos. La gente joven nos pide canciones de Los Graduados: Los Ganchos, Juanito Preguntón, Papá y Mamá, porque lo escuchan desde niños, y son temas que van de generación en generación. La música no se acaba, no tiene fecha de vencimiento, porque son canciones sanas, lindas, ojalá la gente no olvide esta música tan bonita.