Por estos días, en la plataforma Netflix se ha hecho viral entre las producciones más vistas una serie documental llamada ‘Número desconocido’, que ha enganchado a mucho de los usuarios y en redes sociales se han hecho varios comentarios sobre ella.

Con la necesaria alerta de spoiler, esta producción está basada en una historia real sucedida en Estados Unidos que a muchos les cuesta creer que haya sido una realidad.

La trama es una historia sobre una pesadilla digital que vivió una familia a lo largo de un año, cuando lo que solían ser bromas de mal gusto se convirtieron en algo perverso que nadie llegó a suponer.

La docuserie revela un caso real de ciberacoso en Michigan, con un culpable inesperado. | Foto: @aleexmrn_

Todo se remonta al 2020, cuando una adolescente de una preparatoria llamada Lauryn se percató de que en su celular estaba recibiendo mensajes extraños junto a su novio, Owen.

Aunque en un principio ambos creyeron que se trataba de un compañero de clases queriendo hacer bromas pesadas, con el transcurrir de los días los mensajes fueron peores.

Cada uno de los textos se convirtió en algo cruel al venir con insultos y contenido sexual que incomodaba la integridad de Lauryn. Lo más inquietante fue que le llegaron a enviar fotos de ella editadas de forma ofensiva. A raíz de ello, su vida se le salió de control porque se sentía insegura incluso estando en su hogar.

Tras no habérselo revelado a otra persona, sus padres se dieron cuenta de que a su hija le estaba sucediendo algo muy grave que requería su atención. Como los mensajes le llegaban a su celular todos los días sin pausa, Lauryn ya no podía concentrarse en sus clases en la preparatoria y tenía sentimientos de miedo y angustia.

La familia tomó la decisión de pedir ayuda a la Policía al sentir que ya no tenía más capacidades para hacer algo que se tradujera en una solución. La primera hipótesis que lanzaron los investigadores fue que un estudiante celoso o un vecino acosador estaba detrás de los mensajes.

Al no poder resolver el caso, la policía local se lo entregó al FBI. Una vez asumieron la investigación, los expertos en crímenes digitales procedieron a rastrear de dónde provenían dichos mensajes de pesadilla.

El FBI avanzó en las investigaciones y llegó a la conclusión que la persona que estaba torturando mentalmente a Lauryn por más de un año fue Kendra, su propia madre. La mujer que le dio la vida enviaba aquellos terribles mensajes haciendo uso de aplicaciones y trucos tecnológicos para ocultar su identidad.

Kendra fue privada de su libertad en el 2022 y un año después confesó que sí lo hizo.