Cuenta la historia y no es ficción que fue un evento organizado por el productor Alfredo Matas el 12 de noviembre de 1985, en el restaurante O’Pazo de Madrid, el germen del que surgiría, un año después, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.

Sin intuirlo siquiera, los cineastas, actores, guionistas, músicos y montadores que se dieron cita aquel día estaban contribuyendo a la creación de los Premios Goya, los galardones más importantes del cine español.

Para dar con el nombre de la hoy en día afamada estatuilla,  en dichas  reuniones de Jaime de Armiñán y Teo Escamilla,  se barajaron diversos nombres, como Lumière, Buñuel o Soles, pero al final Goya fue el elegido.

Debido al carácter universal del pintor y a su nombre corto  y pegajoso, Goya se ganó el voto de muchos académicos,  y con las semejanzas de sus pinturas con el cine se terminó de confirmar aquel nombre para la estatuilla. "No tengo la menor duda de que si Goya viviera hoy, sería un cineasta (...). Hombre preocupado por su tiempo, observador implacable de la realidad, apasionado por la vida y por un trabajo que era, al mismo tiempo, necesidad expresiva y crónica de su propia vida. Era un cineasta creativo y poderoso antes de inventarse el cine. Por ello nada más acertado que llamar Goya a los premios de nuestra Academia de Cine”, dijo en vida el director Carlos Saura. 

Lea aquí: Kamm, la nueva promesa de la música urbana en Colombia estrena su segundo álbum

Se encomendó la realización de la primera estatuilla al escultor malagueño Miguel Ortiz Berrocal, quien se embarcó en la elaboración de  una figura de bronce que, curiosamente, era desmontable. Se componía de un busto de Francisco de Goya, una cámara cinematográfica y una insignia de los Goya que podía quitarse para lucirla como si fuera un pin. El peso de la escultura era  descomunal: casi 15 kilos.

Pero para encontrar el origen de la estatuilla tal y como la conocemos actualmente se vale  remontarse 120 años atrás, en  1902, cuando Mariano Benlliure esculpió un busto del afamado pintor nacido en Fuendetodos.

Precisamente, el trofeo actual de los Goya es una reproducción a partir de un vaciado en escayola original del busto realizado por Benlliure. La Fundación del mismo nombre cedió el busto, y el peso de la escultura se redujo de forma considerable, de 15 kilos  pasó a  variar entre los 2,5 y los 3 kilos.

La elaboración de los trofeos se lleva a cabo en la Fundición Codina, en la localidad madrileña de Paracuellos del Jarama. Se comienza con una reducción elaborada en resina de la pieza original a cargo de Mariano Benlliure. Se crean moldes de silicona de los que salen posteriormente todas las copias. Estos se rellenan de cera, se monta la estructura o árbol de fundición con los bebederos por los que va a trascurrir el bronce líquido y se mete al horno durante dos días a 730 grados,  contó uno de los creadores para RTVE. Este método se conoce como sistema de la cera perdida, la cera se derretirá y dejará lugar a una estatua de finas paredes.

Luego se procede con el cincelado y los últimos retoques al bronce antes de pasar a la pátina, donde el metal consigue su color definitivo gracias a fuegos, ácidos y cera para lograr el tono deseado.

Lea también: ¡Súper Rihanna!, la cantante regresa a los escenarios en el Halftime del Super Bowl

Ceremonia amigable con el medio ambiente

La Academia de Cine ha anunciado que los 'cabezones' de los Premios Goya 2023 se realizarán con material reciclado mientras que la alfombra roja y el photocall serán recicladas y reciclables.

Así, la institución apuesta por la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente en esta ceremonia de los premios del cine español, en la que, además los invitados a la gala se alojarán en hoteles con certificación energética LEED.

Asimismo,  para reducir la contaminación y el consumo de combustible, la organización contará con una flota de coches ecológicos y priorizará el uso de tren frente al avión, siempre que los trayectos origen-destino lo permitan. 

Otra de las curiosidades de esta gala amigable con el medio ambiente es que contará con fuentes de agua para todos los asistentes, cero plástico, proveedores de proximidad en catering, papelería y ferretería y separación de residuos con puntos de reciclaje etiquetados.

Tal como el año pasado, la compañía tecnológica Creast medirá la huella de carbono de la gala a través de la recolección y análisis de evidencias en las áreas de las principales emisiones (energía, movilidad, catering, materiales, residuos, alojamientos y agua), y hará un cuadro comparativo entre el impacto medioambiental de la gala del año pasado y la de 2023.