El príncipe William abrió su corazón recientemente sobre uno de los capítulos más difíciles de su vida personal y familiar en una entrevista exclusiva con el actor Eugene Levy, para la serie The Reluctant Traveler de Apple TV+.
En un adelanto del episodio titulado Vivir la vida real en el Reino Unido, el heredero al trono británico reflexionó sobre cómo la enfermedad puede transformar la vida en un instante, haciendo alusión al proceso que ha atravesado su esposa, Kate Middleton.
“Hemos tenido mucha suerte. No habíamos tenido muchas enfermedades en la familia durante mucho tiempo. Mis abuelos vivieron hasta los 90 años. Eran la imagen del fitness, el estoicismo y la resiliencia, por así decirlo. Así que hemos tenido mucha suerte como familia”, dijo William, recordando a la reina Isabel II y al príncipe Felipe como ejemplos de longevidad.
Sin embargo, reconoció que la realidad los alcanzó: “De repente te das cuenta de que la alfombra metafórica puede ser retirada de tus pies rápidamente en cualquier momento”.
Más adelante, el príncipe de Gales admitió que el último año fue uno de los más desafiantes de su vida, al tener que enfrentar de manera simultánea la enfermedad de su padre, el rey Carlos III, y el diagnóstico de su esposa.
“Diría que el 23-24 fue el año más difícil que he tenido. La vida nos pone a prueba, y ser capaces de superarlo es lo que nos define como personas”, señaló con franqueza.
En marzo de 2024, la princesa de Gales sorprendió al mundo al revelar que estaba recibiendo tratamiento contra el cáncer. Durante meses, Kate permaneció alejada de la vida pública mientras se sometía a quimioterapia, lo que generó gran preocupación y muestras de solidaridad en el Reino Unido y más allá. Finalmente, en septiembre del mismo año, anunció una noticia esperanzadora: estaba libre de cáncer.
“Los últimos nueve meses han sido increíblemente difíciles para nosotros como familia. La vida, como la conocemos, puede cambiar en un instante y hemos tenido que encontrar la manera de sortear las aguas turbulentas y el camino desconocido”, expresó la princesa en aquel momento, antes de confesar el alivio que sintió al concluir su tratamiento.
El rey Carlos III, por su parte, fue diagnosticado con cáncer en febrero del 2024, un mes antes de Kate, tras un procedimiento quirúrgico en enero para tratar un agrandamiento de próstata.
Ambos diagnósticos derrumbaron durante un tiempo la estabilidad emocional de la familia real.