Este jueves, a los 72 años, murió el humorista venezolano Carlos Donoso, el ventrílocuo que convenció a varias generaciones de seguidores -en Latinoamérica y el mundo- de que los muñecos que lo acompañaban, Kini, Lalo, Chipingo y Toño, tenían vida y voz propia.

Se fue de este mundo convencido de que la risa cura. Y quizá el humor fue la fuerza que lo mantuvo bien de ánimo pese a padecer un cáncer de pulmón que lo mantuvo hospitalizado en la Clínica Mederi de Bogotá, a la espera de un tratamiento.

En días anteriores, los medios de comunicación del país habían asegurado que Donoso se encontraba en Colombia acompañado de su esposa, pues sus familiares más cercanos viven en el exterior y no lograron viajar por la pandemia que afronta el mundo.

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Abogado, cantante, imitador, productor y guionista para televisión, teatro y radio, fue catalogado por los especialistas como el mejor del mundo en el difícil arte de emitir sonidos sin mover los labios.

Llamado ‘El padre de la ventriloquía’, le dio vida a más de 50 personajes que conformaban su show. Era artífice de un humor ingenioso, filosófico, sarcástico, mordaz, picante, irónico, y a veces pesimista.

Nacido en Venezuela en 1948, de niño descubrió su talento como ventrílocuo, que es quien tiene la habilidad de hablar cambiando su voz natural sin apenas mover los labios ni los músculos de la cara, de manera que da la impresión de que es otra persona la que habla.

Se ganó el cariño de toda Colombia gracias a sus presentaciones en el Festival Internacional del Humor, programa de Caracol Televisión. Carlos ‘El Mono’ Sánchez, quien confirmó la muerte de su colega en redes sociales, le dijo a El País que con la muerte de Donoso “se pierde el héroe de ventriloquía, algunos lo llaman el padre los ventrílocuos, yo lo llamo el héroe de la ventriloquía, porque cuando llegó a Colombia, atendiendo el llamado de Alfonso Lizarazo, despertó en una generación una pasión por el humor a su estilo y se convirtió en algo único”.

Cuenta ‘El Mono’ Sánchez que en esa época llegaron grandes artistas de la comedia como Alex del Castillo, Lucho Navarro (que nos puso a soñar con sus sonidos), Raúl Vale, pero apareció Carlos Donoso, de Venezuela, con un par de muñecos y la gente olvidó que era una voz impostada la que lograba que ese par de muñecos nos hicieran reír. Tenía tanta creatividad y tanto talento puesto en ellos, que lograba que la gente mirara los ojos expresivos de Kini y de Lalo y se olvidara del movimiento de sus manos dentro de estos muñecos, acompañando cada palabra y cada frase. Todos nos preguntábamos: ‘¿Cómo hace?’ y encima de eso, hacía reír. Creador del popular ‘¡Me saca la piedra!’, viajó por el mundo durante 50 años sacando carcajadas con un estilo único e inigualable”.

Según Sánchez su sencillez, cordialidad y generosidad, lo llevaron a lograr algo que pocos logran en el mundo del humor, hacer amigos. “Aparte de criticarte sanamente, construirte, ayudarte, decirte, de permitir que uno estuviese en un escenario con él, tenía un don de gentes y una manera de hablar muy bonita. Sabía de todo un poco, como buen abogado, hablaba de leyes, de política, de numerología, pero si algo sabía era que el humor es tan necesario que hace parte de la salud del mundo. Y hoy se va una persona que ayudó a curar a muchos”.

Solía decir que le sacaba la piedra “la gente que no se ríe, que no vive, que pierde el tiempo en tonterías, peleando con los demás”.

Alfonso Lizarazo, quien fuera director de Sábados Felices, y quien lo invitó a Colombia muchas veces, asegura que Donoso: “Era muy buen artista, muy buen amigo, le interesaba llegar al pueblo con un humor auténtico. Utilizaba siempre el doble sentido”.

A El País una vez le dijo, medio en chiste y medio en serio, en una de sus visitas a Cali: “No me cuido. Fumo, tomo y trasnocho. Soy un perro callejero, no suelo enfermarme. Entre más te pongas con cuidados excesivos, más se predispone el cuerpo para que se enferme”. Sin saber que años después un tumor en el pulmón derecho le jugaría una mala pasada.

Según su hijo David Donoso, “hace varios meses empezó a sentir unos síntomas que creíamos que era bronquitis, pero a finales de febrero recibió los resultados de una biopsia y vimos que había tumoración maligna, dicen que es el pulmón derecho”.

Donoso vivió, con el mejor ánimo y optimismo, en una clínica de Bogotá una larga espera para un tratamiento de cura del cáncer, ya que sus servicios de salud estaban adscritos a Venezuela. Sus hijos Carlos, Ronald, Juan Alejandro y David abrieron una campaña de recaudo en la plataforma GoFundMe, para recolectar US$27.000 (cerca de $94 millones) y cubrir gastos médicos y adicionales para viajar. Pero con la pandemia del coronavirus el trámite se complicó.

David Donoso ha manifestado su deseo de escribir sus memorias y en su cuenta de Instagram @DaveTheAsbestos sube videos en los que su padre cuenta sus anécdotas. Anécdotas como la que narró en Cali, antes de uno de sus colmados shows: “Viendo películas de Tarzán confirmé lo divertidos que eran los monos. Un día llegó a mis manos uno destartalado, lo arreglé, le puse esos ojos azules saltones y le di voz y vida”.

Donoso Solía decir que no hay chistes viejos, que quienes envejecemos somos nosotros. Sin embargo, sus muñecos se quedaron mudos e inmóviles, siempre jóvenes en nuestra memoria.

Reacciones

Carlos ‘el mono’ Sánchez
Confirmó la noticia en redes sociales: “Me están informando que después de batallar contra el cáncer de pulmón se nos adelantó un gran amigo, compañero y gran persona Carlos Donoso. El mundo del humor pierde al héroe de la ventriloquía, Kini, Lalo y sus más de 20 creaciones silencian la risa”.

Don Jediondo
El humorista publicó en redes: “Lamento profundamente el fallecimiento del maestro del humor Carlos Donoso. Aquí un recuerdo de su último show, el cual compartimos en el teatro Manuel Arime @ArtimeTheater de Miami. Admiré su trabajo, sus consejos, sus muñecos. Paz en su tumba”.

Hassam
En Instagram destacó: “Maestro, el cielo sonríe contigo. Aunque aquí quedamos sin tus muñecos”.

Seguidores
En la cuenta @donosoventilocuo escriben comentarios como: “Gracias por tantos años de buenos momentos de risas y pasarla bueno. Dios te llamó, feliz viaje”.

En datos

A Donoso, el cáncer le había hecho metástasis en huesos y columna. No podía caminar y su brazo izquierdo estaba inmóvil, pues se le detectó otra masa maligna a la altura de la nuca, que le impedía movimiento.

El pasado 13 de abril, David Donoso hizo un llamado a seguidores de su padre, medios y canales diplomáticos para coordinar alguna opción que llevara a otro de los hijos del humorista a Bogotá, por consejo médico en una etapa crucial.