La penúltima jornada de la novena de aguinaldos llega este martes 23 de diciembre con un llamado especial a la preparación espiritual antes de la Nochebuena. Miles de familias colombianas se reunirán para rezar el día 8 de esta tradición que data de 1784, cuando fray Fernando de Jesús Larrea escribió las oraciones originales que aún resuenan en hogares de todo el país.

El octavo día de la novena centra su reflexión en la proximidad del nacimiento de Jesús y la importancia de mantener el corazón dispuesto para recibir al Niño Dios. Esta jornada representa el momento de mayor expectativa, cuando las familias han recorrido ya siete días de oración conjunta y se preparan para cerrar el ciclo con la celebración del 24 de diciembre.

Novena de aguinaldos. | Foto: Redes Sociales

La estructura de la novena se mantiene invariable desde hace más de dos siglos. Inicia con la oración para todos los días, seguida de la consideración de la oración a la Santísima Virgen, la oración a San José, y culmina con los gozos que se cantan en cada jornada. Cada elemento tiene un propósito específico dentro de la preparación espiritual que propone esta tradición católica.

Oraciones del día 8 y villancicos tradicionales para este 23 de diciembre

La oración para todos los días comienza invocando a Dios como creador del cielo y la tierra, reconociendo la humildad del pesebre donde nació Jesús. El texto pide la gracia de acompañar espiritualmente a María y José en su camino hacia Belén, identificándose con las dificultades que enfrentaron al buscar posada.

Oración para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amasteis a los hombres, que les disteis en vuestro Hijo la mejor prenda de vuestro amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio.

Yo, en nombre de todos los mortales, os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de ello os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro hijo humanado, suplicándoos por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.

(Se reza tres veces Gloria al Padre).

La jornada comienza con la llamada “oración para todos los días”. | Foto: Diseño Jesús Chacín/El País

Consideración para el día 8

La consideración del día 8 invita a reflexionar sobre el significado de la espera. Así como María y José esperaron con fe el cumplimiento de la promesa divina, los fieles son llamados a examinar su propia disposición interior.

-Llegan a Belén José y María, buscando hospedaje en los mesones; pero no lo encuentran ya por hallarse todo ocupado, ya porque se les desechase a causa de su pobreza. Empero, puede turbar la paz interior de los que están fijos en Dios. Si José experimentaba sorpresa cuando era rechazado de casa en casa, porque pensaba en María y en el Niño, sonreía también con tanta tranquilidad cuando fijaba sus miradas en su casta esposa. El Niño aún no nacido se regocijaba de aquellas negativas que eran el preludio de sus humillaciones venideras. Cada voz áspera, el nido de cada puerta que se cerraba ante ellos, era lo que había venido a buscar. El deseo de esas humillaciones era lo que había contribuido a hacerle tomar la forma humana.

¡Oh divino niño de Belén! Estos días que tantos han pasado en fiestas y diversiones o descansando muellemente en cómodas y ricas mansiones, han sido para vuestros padres un día de fatiga y vejaciones de toda clase. ¡Ay! El espíritu de Belén es el de un mundo que ha olvidado a Dios. ¡Cuántas veces no ha sido también el nuestro¡ ¿No cerramos continuamente con ruda ignorancia la puerta a los llamamientos de Dios, que nos solicita convertirnos, o santificarnos o conformarnos con su voluntad? ¿No hacemos mal uso de nuestras penas, desconociendo su carácter celestial con que cada uno a su modo lo lleva grabado en sí? Dios viene a nosotros muchas veces en la vida, pero no conocemos su faz, o le reconocemos hasta que nos vuelve la espalda y se aleja después de nuestra negativa.

Se pone el sol de 24 de diciembre detrás de los tejados de Belén y sus últimos rayos doran las cimas de las rocas escarpadas que lo rodean. Hombres groseros codean rudamente al Señor en las calles de aquella aldea oriental, y cierran sus puertas al ver a su madre. La bóveda de los cielos aparece purpurina por encima de aquellas colinas frecuentadas por los pastores. Las estrellas van apareciendo una tras otra. Algunas horas más y aparecerá el Verbo Eterno.

Luego de la consideración para el día, continúan las oraciones a la Virgen, a San José y al Niño Jesús, para culminar con los gozos, parte musical de la novena donde se entonan con el estribillo que ha pasado de generación en generación: “Dulce Jesús mío, mi niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto”. Esta melodía se repite después de cada estrofa, creando un ritmo de oración cantada que caracteriza las noches decembrinas colombianas.

La oración a la Santísima Virgen María | Foto: Diseño Jesús Chacín/El País

Entre los villancicos que acompañan esta jornada destacan clásicos como “Tutaina”, “Los peces en el río” y “Mi burrito sabanero”, canciones que forman parte del repertorio tradicional navideño latinoamericano. Estas melodías complementan el momento de oración con un espacio de celebración familiar que refuerza los lazos comunitarios.

Novena de aguinaldos | Foto: Redes Sociales

La tradición indica que después de las oraciones formales, las familias comparten alimentos típicos de la temporada. Natilla, buñuelos, hojuelas y manjar blanco son algunos de los platos que suelen acompañar estas reuniones, convirtiendo cada noche de novena en una celebración que integra lo espiritual con lo gastronómico y lo social.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.