Cada vez que Christopher Nolan anuncia una película, el mundo del cine se detiene. No es solo un estreno más, se convierte en un acontecimiento cultural. Y con La Odisea, su nueva apuesta épica inspirada en los relatos de Homero, el director británico ha vuelto a sacudir la industria cinematográfica incluso antes de haber terminado la producción.

Con una estrategia de mercadeo sin precedentes, Universal Pictures puso a la venta entradas para la película un año antes de su debut oficial, fijado para el 17 de julio de 2026.

Cada vez que Christopher Nolan anuncia una película, el mundo del cine se detiene. No es solo un estreno más, se convierte en un acontecimiento cultural. | Foto: © Universal Studios. All Rights Reserved.

El anuncio de La Odisea ya había elevado las expectativas, Nolan, uno de los cineastas más influyentes y técnicamente ambiciosos de la actualidad, adaptará un relato fundacional de la literatura épica.

Además, contará con un reparto de lujo encabezado por Matt Damon, Tom Holland, Anne Hathaway, Zendaya, Lupita Nyong’o, Robert Pattinson, Charlize Theron y Jon Bernthal, entre otros nombres. Con esa nómina, el proyecto ya estaba destinado a convertirse en uno de los estrenos más esperados de la década.

El pasado 17 de julio, Universal sorprendió con un movimiento audaz, ofrecer los boletos del primer fin de semana, exclusivamente en formato IMAX de 70 mm, el favorito de Nolan.

El resultado fue arrollador, 95% de las entradas se agotaron en cuestión de minutos, generando alrededor de 1,5 millones de dólares incluso antes de que la cinta concluya su rodaje. La especulación no tardó en aparecer, con reventas en Londres que alcanzaron las 200 libras por boleto.

'La Odisea' es la película más grande que ha rodado Nolan. | Foto: X: @cinefiliacult

Esta estrategia rompe con la norma de Hollywood, donde el marketing de un blockbuster suele comenzar 4 a 6 meses antes del estreno.

Nolan y Universal decidieron doblar ese margen de tiempo, apostando por la exclusividad de un formato que no está disponible en muchos países, lo que aumentó aún más la sensación de evento único. En lugares como España, por ejemplo, no existen salas con proyección en IMAX de 70 mm, lo que convierte a las funciones en Estados Unidos y Reino Unido en auténticas piezas de colección.

El fenómeno no solo habla del magnetismo de Nolan, sino también de una industria que busca fórmulas para revitalizar la asistencia a las salas en tiempos de incertidumbre.

Según un análisis de la BBC, la estrategia pudo haber estado inspirada en el éxito del formato IMAX con la película Los pecadores de Ryan Coogler, que se convirtió en un inesperado referente comercial. La apuesta de Universal parece haber recogido esa lección y llevado el experimento a otro nivel.