Prendas como chaquetas, camisetas, jeans y zapatos completamente desgastados, con suciedad, rotos y deshilachados que cualquiera —con sentido común— lanzaría a la basura, ahora son vendidos por sumas de dinero absurdamente altas como parte de la colección Destroyed, de Balenciaga.

La tendencia del “lujo feo” que viene imponiendo esta marca francesa llega a un nuevo extremo, generando toda clase de debates sobre los límites de la moda y el valor que merecen propuestas superficiales que solo buscan polemizar.

En colecciones anteriores, Balenciaga ya había generado escándalo por vender una pulsera desgasta y hasta una pulsera en forma de cinta adhesiva.

La mente disruptiva detrás de esta moda es Demma Gvasalia, director creativo de Balenciaga, quien puso en venta una chaqueta rota y desgasta por 950 dólares, alrededor de tres millones y medio de pesos colombianos, que se vendió en menos de 24 horas.

De acuerdo con un artículo de la revista Elle, “la tendencia no nació de la nada: viene de movimientos contraculturales como el punk y del grunge, y pasó por iconos y diseñadores que impulsaron la deconstrucción estética”.

Para Balenciaga, “lo roto funciona hoy como lenguaje: sugiere autenticidad, rebeldía y una historia que puede ser real o simulada. Al mismo tiempo, la adopción por marcas de lujo revirtió el sentido original de protesta y lo transformó en objeto aspiracional”, añade Elle.

No obstante, para los críticos de esta tendencia, se trataría solo de una necesidad de generar marketing y titulares para promover la misma marca que, por otro lado, mantiene colecciones más tradicionales y lujosas, pero busca sobresalir mediáticamente, dominar la opinión pública y provocar con desafíos conceptuales como Destroyed.

Un suéter con más que un roto, casi completamente deteriorado. | Foto: Balenciaga

Los Paris Full Destroyed Sneaker, un par de tenis casi destruidos, se pusieron en venta por más de 1500 euros, mientras que un suéter que parece “un trapo” viejo se vende por 1400 euros.

Aunque los seguidores de Balenciaga aluden a “la autenticidad del roto” y la sostenibilidad de las prendas usadas, lo cierto es que la colección incluye diseños que están a punto de dañarse por completo, no son solo unos rotos y un poco de desgaste. Se trata de prendas, como su nombre indica, casi destruidas.

Tenis desgastados por más de 1000 euros. | Foto: Balenciaga

Por otro lado, esta moda está popularizando la venta de ropa usada en plataformas y cada vez más personas optan por reutilizar, lo que sí contribuye en términos de circulación ecológica y sostenibilidad.

Pero, persiste la crítica de que estas marcas de lujo estarían fabricando ropa nueva para desgastarla artificialmente y vender a precios de élite, origen que Balenciaga no aclara en su polémica colección.