Según el gremio, en los primeros cinco meses del año se dejaron de vender 64.000 viviendas en comparación con el mismo lapso de 2022. Esto representó una reducción de 13 billones de pesos de inversión en vivienda nueva de los hogares (un punto porcentual del PIB). De este monto, siete billones correspondieron a VIS.

Esta disminución ha generado preocupación en el sector, pero también se interpreta como una oportunidad para reactivar la economía, dijo el gremio, al señalar que la reactivación del mercado de vivienda social podría generar un crecimiento adicional del 1,5 % del Producto Interno Bruto (PIB).

Con el objetivo de contrarrestar la contracción del sector y garantizar su dinamismo, el presidente de Camacol, Guillermo Herrera Castaño, presentó tres propuestas al Gobierno nacional.

La primera de ellas consiste en “ponernos al día con el programa Mi Casa Ya (MCY)”, dijo Herrera Castaño. Según los anuncios del Gobierno, con la adición presupuestal de un billón de pesos se lograrían 2,24 billones para el programa, que permitirían desembolsar 75.000 subsidios este año.

Adicionalmente, se tendrían 52.000 coberturas a la tasa de interés para 2023 y 8.000 para 2024. Sin embargo, las cuentas indican que se requieren al menos 90.000 subsidios a la cuota inicial y coberturas a la tasa de interés para cubrir la demanda de los hogares.

Esto quiere decir que hay un déficit de 15.000 subsidios a la cuota inicial y de 33.000 coberturas. “Por eso se requiere un último esfuerzo, con el fin de equilibrar las cuentas y atender a los hogares que necesitarán de Mi Casa Ya para lograr el acceso a una vivienda propia”, enfatizó el dirigente gremial.

También se propone trabajar en la estrategia contracíclica planteada por el presidente Gustavo Petro, destinando recursos presupuestales para respaldar proyectos de vivienda de interés social.

Asegura el líder gremial que es necesario apropiar los recursos presupuestales para 2024 con el fin de respaldar más de 100.000 VIS que ya tienen más del 70 % comercializado y un año de preventa.

La tercera propuesta consiste en garantizar la sostenibilidad empresarial con un régimen de transición para que los hogares que ya compraron sus viviendas puedan continuar con sus negocios inmobiliarios y los empresarios puedan así cerrar los proyectos que tienen y lanzar otros.

“Esto evitaría la cancelación de obras que, según un estudio reciente, con corte a mayo, aumentó 18 % con especial incidencia en el 92 % de las medianas y pequeñas empresas que desarrollan VIS. Se suma el impacto en la cadena industrial de las edificaciones, y en el comercio minorista y los micronegocios asociados a la economía popular”, dijo Camacol.

Aunque existen desafíos en el sector, la vivienda sigue siendo una inversión llamativa para los colombianos. Aproximadamente 15.000 al mes muestran interés en adquirir vivienda.

Este año, Colombia podría cerrar con más de 100.000 viviendas de interés social vendidas.

Crisis en el sector inmobiliario del Valle

La preocupación por el mercado de vivienda en Cali se intensifica debido a una caída del 64 % en las ventas en abril de 2023 en comparación con el mismo período del año anterior. Además, algunas constructoras han cancelado proyectos, lo que agrava la situación.

Según datos de Camacol, hasta ahora solo 1.342 familias han recibido el subsidio de Mi Casa Ya del Ministerio de Vivienda, a pesar de que más de 10.000 familias lo necesitan urgentemente para avanzar en la compra de sus viviendas.

En Cali se están desarrollando diferentes proyectos de Vivienda de Interés Social y Prioritario en zonas como Valle del Lili, el centro y en la salida a Candelaria.

El proceso de adjudicación de subsidios sigue estancado después de que el Gobierno nacional modificó la metodología, lo que dificulta aún más la situación.

“El proceso de asignación era muy sencillo: el hogar iba al banco, le revisaban que cumpliera con los requisitos y si lo hacía podía, prácticamente, contar con estos apoyos. Con el cambio de metodología de asignación se da un vuelco total a la dinámica, explicó Alexandra Cañas, directora de Camacol Valle.

Actualmente, las familias se encuentran enfrentando un proceso complejo para acceder a los beneficios del programa de vivienda. Deben registrarse en el Sisbén, someterse a una visita domiciliaria y esperar a ser categorizados en una determinada clasificación que les permita continuar en el proceso. Aquellos que no logren cumplir con los requisitos son excluidos del programa, mientras que aquellos que califiquen deben alcanzar altos puntajes, de hasta 100 puntos, para ingresar a una lista de espera en la que se encuentran miles de hogares en todo el país.

Ciudadela Victoria, en el corregimiento de Villagorgona, hace parte de la oferta de calidad de la Constructora Bolívar. El proyecto de Viviendas de Interés Social, VIS, cuenta con casas de 1, 2 y 3 pisos. Este desarrollo contribuye significativamente con el auge urbanístico que vive el municipio de Candelaria.

Estas dificultades afectan especialmente a las familias que buscan adquirir viviendas de interés prioritario y social (VIS), ya que solían beneficiarse de subsidios a la tasa de interés que les permitían acceder a una cuota hipotecaria más baja, lo que facilitaba su compra. Sin embargo, con el proceso actual, se dificulta considerablemente el acceso a estos beneficios, generando preocupación y desafíos para aquellos que buscan adquirir una vivienda.