El delantero colombiano Luis Díaz atraviesa semanas intensas en Alemania, y no solo por ser protagonista en el arranque de la Bundesliga con el Bayern Múnich, sino que ahora también lo es en el marco del Oktoberfest, el festival de cerveza más grande del mundo que cada año concentra la atención en Baviera.

Díaz, quien llegó al club bávaro tras su paso por Inglaterra, vivió por primera vez esta tradicional celebración y se volvió tendencia en redes sociales al compartir su entusiasmo por la fiesta.

En videos que rápidamente han circulado a través de internet, se le ve participando de costumbres locales, como destapar su primer barril de cerveza en compañía de Manuel Neuer, el histórico portero del club y uno de los mayores referentes del fútbol alemán.

El guajiro no solo se dejó contagiar por el ambiente festivo, sino que también sorprendió a sus compañeros tocando el acordeón.

La integración de Díaz al Oktoberfest llega en un momento clave para el Bayern, que este sábado venció 1-4 al Hoffenheim en condición de visitante. En el PreZero Arena, el inglés Harry Kane fue la gran figura con un triplete, que consolido a los bávaros con inicio perfecto de temporada, al sumar cuatro triunfos en igual número de jornadas, alcanzando 12 puntos y liderando la Bundesliga.

En el partido, Díaz mostró destellos de calidad, o así lo catalogó la prensa alemana, después de que con una jugada individual, fallara en la definición y le dejara el camino libre a su rival.

Como era de esperarse, medios de comunicación locales, no dudaron en señalar que su rendimiento estuvo por debajo de lo esperado y le asignaron una calificación de 4, equivalente a un bajo desempeño en el sistema local.

La celebración del Oktoberfest se extenderá hasta el 5 de octubre y tendrá un capítulo especial para la plantilla del Bayern Múnich. Como es tradición, los jugadores, el cuerpo técnico y los directivos asistirán a la carpa Käfer el último domingo del festival.

Allí, la atmósfera dependerá en gran medida del resultado que obtengan en la Bundesliga frente al Eintracht Frankfurt el 30 de septiembre. Tal como publicó el diario alemán Bild, una derrota podría opacar el ambiente festivo, mientras que un triunfo auguraría un cierre de festival por todo lo alto.

Al respecto, el técnico Vincent Kompany, consciente del impacto cultural que tiene esta festividad, recordó que lo esencial sigue siendo mantener la concentración en la cancha, “Sea el Oktoberfest o no, la vida no puede cambiar para nosotros si queremos rendir al máximo. Los jugadores ya no son niños; algunos incluso tienen hijos; saben cómo comportarse”, señaló.