Lo que tristemente se esperaba, la eliminación de Colombia para el Mundial de Catar 2022, se consumó para dolor de un país que fue protagonista en los dos últimos campeonatos del mundo.

Si bien hace unos meses el equipo nacional estaba en una de las casillas de clasificación directa, con el paso del tiempo y de los partidos se fue cayendo, hasta el punto de no alcanzar por lo menos la quinta posición que da la opción del repechaje.

Sin duda, fueron muchos factores los que se confabularon para que Colombia cortara la racha que traía de clasificación continua a mundiales, con Brasil 2014 y Rusia 2018.

El País enumera los que, a su juicio, fueron los más determinantes para esta debacle.

1. Un punto de quiebre

Colombia comenzó bien la eliminatoria con Carlos Queiroz, venciendo a Venezuela en Barranquilla y empatando con Chile en Santiago, pero en las fechas 3 y 4 jugadas en noviembre del 2020 llegaron dos derrotas dolorosas que dejaron muchos interrogantes sobre el compromiso de los jugadores y sembraron muchas dudas en torno al técnico portugués: el 0-3 como local ante Uruguay y el 6-1 en Ecuador.

A partir de esos juegos el equipo no se pudo recuperar de las duras críticas y de las especulaciones que surgieron en torno a un distanciamiento entre plantilla y entrenador.

Esa situación provocó la salida de Queiroz y la llegada de Rueda. Un cambio de técnico cuando la eliminatoria apenas iniciaba.

2. Una increíble falta de gol

Siete partidos sin anotar es mucho para un equipo que aspire a clasificar a un Mundial. Y eso le pasó a Colombia pese a que sus jugadores la rompían en Europa y en otras Ligas: Falcao, Muriel, Zapata, Borré, Díaz, Borja, Martínez, etc.

La tabla indica que Colombia tiene una de las peores delanteras con apenas 20 goles anotados  en 18 partidos, superando a las también eliminadas Paraguay y Venezuela y a la clasificada a repechaje Perú, y quedando por debajo de un equipo modesto como Bolivia, por ejemplo.

Los encopetados goleadores nacionales no pudieron perforar las vallas de Uruguay, Ecuador, Brasil (dos veces), Paraguay, Perú y Argentina. Vinieron a despertar en el penúltimo juego ante Bolivia.

3. Del Metropolitano se fueron puntos de oro

La primera regla de todo equipo que quiera clasificar al Mundial es la de hacer respetar su casa, ganarlo todo allí y después arañar puntos por fuera.

Con Colombia no pasó eso. Del estadio Metropolitano se fueron 14 puntos que, de haberlos ganado, tendrían clasificada a la Selección con mucha anticipación.

Se perdió contra Uruguay y Perú, rivales directos; y se empató con Argentina, Brasil, Paraguay y Ecuador, otros dos equipos con los que había que hacer diferencia.

De local Colombia se condenó, siendo la derrota 0-1 ante Perú la que terminó de dañar todas las cuentas porque eso provocó el descenso en la tabla de posiciones.

4. Desde la dirección técnica también se falló

A Reinaldo Rueda le cabe también alta responsabilidad, primero por la escogencia de los jugadores para determinados partidos, por los cambios tardíos y errados en algunos encuentros, por el planteamiento en juegos decisivos y por una polémica con James Rodríguez que terminó dividiendo el equipo y dando pie para muchas conjeturas.

Las convocatorias siempre estuvieron plagadas de números 9: Borja, Falcao, Zapata, Muriel, Borré, Martínez, Suárez, dejando por fuera extremos que era lo que más necesitaba el equipo.

En algunos partidos los cambios no fueron oportunos, en los momentos precisos para cambiar la historia.

Y a eso se le suma el planteamiento, por ejemplo, del partido ante Argentina en Buenos Aires que se terminó perdiendo 1-0.

En ese juego Colombia necesitaba ganar, ir al frente, buscar el resultado para cuadrar caja. Pero desde el primer minuto se vio un equipo defensivo, esperando al que ya estaba clasificado.

En este trayecto, Rueda tuvo un cortocircuito con James, al que le reclamó el 500% de su nivel para poderlo convocar, pero al que después citó sin estar siquiera en un 80%.

5. Un evidente bajón futbolístico

Si en varios partidos se han elogiado las actuaciones de muchos jugadores, en otros han quedado en deuda, evidenciando un bajo nivel que terminó por influir negativamente en el equipo.

David Ospina fue salvador muchas veces, pero también comprometido en algunos goles como el de Perú en el partido clave en Barranquilla.

Los centrales Yerry Mina y Dávinson Sánchez estuvieron muy por debajo de sus expectativas, en tanto que James Rodríguez le dio la razón al técnico al mostrar un nivel desconocido en él.

Falcao, Zapata, Muriel y Martínez no respondieron a la confianza, y Cuadrado por momentos se vio muy individualista, algo que también afectó al equipo.

6. Los directivos también tienen su cuota

Si en la cabeza visible de este engranaje hay problemas, no se podría esperar mucho de la parte futbolística. Lo que pasó con la Selección es el reflejo de lo que viene sucediendo desde hace rato con la parte dirigencial.

Los miembros de la Federación Colombiana de Fútbol, además de estar investigados por actos de corrupción, están divididos; cada quien tira para su lado y eso quedó claro cuando unos pedían la cabeza de Carlos Queiroz y otros su continuidad.

También en el momento de buscar el nuevo técnico, con varios eligiendo a Reinaldo Rueda y unos más viendo opciones como la de Juan Carlos Osorio.

Hay celos en el Comité Ejecutivo y no hay diálogo fluido entre los directivos y la Selección. El respaldo al equipo no fue unánime y contundente como debía ser.