El antiguo entrenador de la selección de fútbol, Jorge Vilda, y el director de marketing de la Federación Española de Futbol (RFEF), Rubén Rivera, han negado este martes ante un juez haber presionado a la futbolista Jenni Hermoso para que afirmara que consintió el beso que le dio a Rubiales.

Los dos han declarado como investigados ante el titular del Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, quien es el encargado de investigar al expresidente de la RFEF por agresión sexual y coacciones.

Montse Tomé fue asistente de Jorge Vilda. | Foto: 2023 Getty Images

El juez los ha citado para tratar de aclarar el grado de implicación de Vilda y Rivera en las presuntas presiones a Hermoso y a su entorno, junto con Rubiales y el director técnico de la selección masculina, Albert Luque.

Rubiales acusó a Jorge Vilda como la persona que acudió al hermano de Jenni Hermoso para que hablara con ella. “Yo no sabía ni que el hermano venía en el avión. Yo me enteré después porque Jorge Vilda, que venía sentado detrás de mí, me dijo: ‘Vengo de hablar con el hermano de Jenni, que es un tío razonable y tal, y va a hablar con ella (sic)”, aseguró el expresidente de la RFEF.

La Fiscalía encuadra las presiones a Hermoso y su entorno ya que Rivera hizo parte del viaje a Ibiza que tuvieron las jugadores del seleccionado español tras ganar la copa del mundo.

Vilda, Rivera y Luque debían de comparecer en un primer momento como testigos, pero el juez cambió su condición procesal a la de investigados tras oír los testimonios del hermano y de una amiga de Jenni Hermoso, quienes testificaron sobre las presiones recibidas para justificar el beso que Rubiales le dio en la boca tras la final del mundo.

Días después, las internacionales Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez también confirmaron aquellas presiones y respaldaron el relato de Jenni Hermoso.

Jennifer Hermoso, jugadora de la selección española de fútbol. | Foto: AFP or licensors

Testigos del caso de Jenni Hermoso confirman que sí presionó a la futbolista

Las jugadoras han confirmado así ante el juez que investiga a Rubiales por presuntos delitos de agresión sexual y coacciones, que el beso no fue consentido y que el expresidente federativo y su entorno presionaron a Hermoso para que justificara esa acción.

El caso del beso robado por el dirigente español Rubiales sigue generando más ecos. A la declaración de las jugadoras, se une la posición de la FIFA que dejó claro que Luis Rubiales “empañó” la imagen del fútbol.

Las jugadoras del Barcelona, Putellas y Paredes, declararon ante el juez por videoconferencia desde la capital catalana, mientras que la portera del Real Madrid, Misa Rodríguez, lo hizo de forma presencial en la Audiencia Nacional, principal instancia penal española.

En su querella, el ministerio público señala que “Jenni Hermoso refirió también en su declaración que tanto ella como su entorno más próximo sufrieron una presión constante y reiterada por parte de Luis Rubiales y el entorno profesional de este, para que justificara y aprobara los hechos”.

El juez tiene previsto tomar declaración como testigo en este caso al seleccionador español, Luis de la Fuente, el próximo 20 de octubre.

El magistrado también ha fijado asimismo las comparecencias como testigos para el 27 de octubre del director de gabinete de Rubiales, José María Timón, del psicólogo de la selección femenina, Javier López Vallejo, y del responsable de “compliance” -cumplimiento normativo- de la RFEF, Javier Puyol.

La volante española Jenni Hermoso (derecha) y el técnico Jorge Vilda durante una rueda de prensa en el Mundial femenino. | Foto: Copyright 2023 The Associated Press. All rights reserved

Esta acción de Rubiales, que defiende que fue un beso consentido, provocó un plante de las futbolistas españolas en defensa de su compañera y para pedir cambios en la RFEF.