El japonés Isamu Kato, fanático de Boca de 31 años, viajó desde su país para ver la final de la Copa Libertadores entre su equipo y River Plate en la Bombonera. 

El asiático llevó registro de su viaje de 33 horas, para estar apenas 24 horas en Argentina, en su cuenta de Twitter.  Lamentablemente, el viaje de su vida no tuvo final feliz, pues el partido que se iba a jugar este sábado se aplazó para este domingo, debido a las fuertes lluvias en la capital argentina.

Isamu alcanzó a asistir al escenario del ansiado partido y cantó con una pasión desbordante los cánticos de la hinchada de Boca, con la camiseta del 'Xeneize' y la gorra azul y oro. 

La incesante lluvia, que abnegó las vías con cercanía a la cancha de Boca y obligó a la Conmebol a suspender el partido porque las condiciones eran imposibles para la práctica del fútbol, le negó a  Isamu la posibilidad de vivir la final de Copa Libertadores.

"El avión se retrasó pero llegué a salvo para ver la final en Buenos Aires. Restan 11 horas hasta el comienzo y 19 horas para regresar a casa. Me divierto", escribió Kato en su cuenta de Twitter, previo al partido.

Sin embargo, su buen estado de ánimo se transformó en incertidumbre  por las condiciones climáticas. "La lluvia comenzó a caer muy rápido y hay truenos. Esperemos que el partido se pueda llevar a cabo", acotó. 

Finalmente, el peso de la realidad y la suspensión del partido destruyó la ilusión de Kato, que tuvo que regresarse a Tokio. Según el diario Olé, el fanático asiático vive en Saitama, trabaja en una empresa empacadora de productos alimenticios y medicinales  y se enamoró de Boca en el año 2000, cuando le ganó la final de la Copa Intercontinental al Real Madrid.