Humillación. Esa es la palabra que mejor define la paliza que recibió el Barcelona este viernes a manos del Bayern Múnich (8-2) por los cuartos de final de la Champions League. 

Una caída histórica que evidenció los errores del conjunto catalán y el extraordinario trabajo del Bayern, que es el mejor equipo de la temporada, y el más goleador. 

Su primera anotación fue por medio de Thomas Muller, quien se aprovechó muy temprano del primer descuido culé. 

El segundo fue obra del croata Perisic, quien le fusiló el arco a Ter Stegen. 

El extremo Serge Gnabry, de gran presente, colocó el tercero, cuando ya todo mostraba tendencia a que iba a ser una goleada.

Antes del fin del primer tiempo, Muller, otro de los más destacados del partido, colocó el cuarto. 

El quinto fue obra de Kimich, quien definió a placer en el área tras una jugada extraordinaria de Davies.

El sexto gol fue obra del polaco Lewandoeski, el goleador de la Champions. 

Finalmente, Coutinho, ex Barcelona, marcó los dos goles restantes para completar la humillación: