Bien dice el adagio de que el fútbol siempre da revanchas. O sino que lo diga David Ospina, arquero del Nápoli, que se recuperó de un descuido para el gol del Inter, y al final inició la jugada del empate y fue clave en la clasificación de su equipo para la final de la Copa Italia.

El partido terminó 1-1 y con ese resultado el Nápoli se encontrará en la final con la Juventus de Cristiano Ronaldo.

El colombiano recibió muy temprano un gol olímpico del danés Christian Eriksen; pero luego se repuso, inició la jugada del empate por parte de Mertens, y después estuvo notable con varias atajadas que salvaron a su equipo.

Los jugadores del Nápoli destacaron el trabajo de Ospina, que fue impecable en varias maniobras cuando el Inter se fue con todo en busca del gol que le diera la clasificación.

El arquero colombiano salvó milagrosamente su valla y eso le valió para ser uno de los mejores del encuentro.