Insólito. Esa es la mejor manera de definir lo que fue el partido entre Águilas Doradas y Chicó por la fecha 18 del campeonato colombiano del primer semestre.

Por un contagio masivo de covid-19 en su plantel, el equipo de Rionegro tuvo que enfrentar a la escuadra ajedrezada con solo siete hombres en el campo, improvisando, incluso, al portero suplente como defensor central.

Águilas, antes del juego, protestó y pidió que se aplazara el juego para no darle ventajas al Chicó, que en estos momentos lucha desesperadamente junto al Pereira por no descender. 

Sin embargo, el ente que rige el fútbol colombiano, por reglamento, confirmó la disputa del compromiso.

Lo curioso de todo es que, en los primeros 45 minutos, y pese a la gran ventaja numérica, los boyacenses fueron incapaces de abrir el marcador, en parte gracias a las tremendas atajadas del arquero Carlos Bejarano. 

La noticia le dio la vuelta al mundo:

Ya en el segundo tiempo, y por el cansancio de los jugadores de Rionegro, Chicó se fue en ventaja con anotaciones de Plazas, Echeverri y Balanta. 

Dentro de lo atípico, el juego se seguía desarrollando con normalidad, pero en los minutos finales, Giovanny Martínez, volante del conjunto de Rionegro, se lesionó y, ante la ausencia de cambios, el árbitro tuvo que dar por terminado el partido.

Por reglamento, los tres puntos se quedarán con Chicó, que sigue aferrado a seguir en la A.