El Fútbol Profesional Colombiano (FPC) vuelve a ser tendencia en el país y en el mundo, pero, infortunadamente, de forma negativa por otro posible caso de apuestas deportivas de jugadores en la primera división.
En el transcurso de la jornada del pasado miércoles, el presidente del Deportivo Pasto, Óscar Casabón, dio a conocer que separó del plantel a varios futbolistas que estarían involucrados con el tema de apuestas deportivas, una actividad que está prohibida de acuerdo al Código Disciplinario Único Federación Colombiana de Fútbol (FPC).
Según el Artículo 93 bis, “la participación de futbolistas, entrenadores, directivos, árbitros y en general, de las Personas vinculadas a la FCF, sus Divisiones, Ligas y Clubes en apuestas y/o juegos que gocen de un contenido económico y éstos tengan una relación directa o indirecta con un partido, será sancionado con multa de veinticinco (25) a ciento cincuenta (150) Salarios Mínimos Mensuales Legales Vigentes (SMMLV)”.
En el mismo también se estipulan otras sanciones que pueden llevarse a cabo.
- Pérdida por Derrota por retirada o renuncia (artículo 34 CDU).
- Deducción de puntos.
- Descenso de la categoría inmediatamente inferior.
- Jugar en terreno neutral.
- Prohibición de jugar en un estadio determinado o clausura parcial de las tribunas.
- Prohibición temporal o definitiva para ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol.
Aunque, cuando estas infracciones tengan la condición de oficial, se impondrán otras como la “amonestación pública o prohibición temporal o definitiva para ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol”.
Sin embargo, los jugadores del equipo ‘volcánico’ reaccionaron horas después de estas declaraciones, afirmando que hasta que se presenten pruebas no se puede señalar a los supuestos implicados.
Por el momento se espera que tanto el club como las autoridades realicen las respectivas investigaciones del caso, para poder tomar determinaciones.
Los otros casos
En los últimos años varios equipos han reportado más de estos casos en sus planteles.
El primero fue reportado en 2023, cuando el entrenador de Boca Juniors de Cali, Alejandro Guerrero, denunció un supuesto amaño, pero finalmente nunca se informó sobre lo que ocurrió con ese incidente.
No obstante, antes de este hecho, en diciembre de 2021, muchos aficionados recuerda un partido en las finales del mismo torneo de segunda división, en que jugadores de Llaneros de Villavicencio se quedaron estáticos en una de las jugadas finales del duelo contra Unión Magdalena, que aposta sirvió para que los samarios alcanzaran la primera división por encima de Fortaleza CEIF.
El año pasado se conocieron otros incidentes.
Uno fue con el mismo Unión Magdalena, en el cual el club tuvo que apartar a ocho jugadores por posibles incidentes en el caso de apuestas, con denuncia en la Fiscalía, pero tampoco se dio a conocer en qué concluyó el caso.
Envigado también padeció el posible amaño de partidos, cuando el presidente Ramiro Ruiz, señaló que “hemos alertado sobre lo que está pasando en el club, estamos haciendo una investigación interna, recibimos declaraciones voluntarias de varios jugadores que dicen que han tenido llamadas e insinuaciones” para recibir dinero por alterar resultados. Pero al igual que las anteriores, no se pudo conocer su desenlace.
Otro que también tuvo investigación, pero sí tuvo una consecuencia fue la de Patriotas de Boyacá, que terminó sancionado al jugador Carlos Rivas, quien tuvo injerencia para el manejo de algunas acciones y resultados, por lo que terminó sancionado.
“Al señor Rivas Murillo se le imponen las sanciones descritas a continuación: sanción de inhabilitación para ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol por un período de dos (2) años, contados a partir de la ejecutoria de la presente providencia”, informó la Dimayor mediante un comunicado.
La única que se había presentado en este 2025 tuvo incidencia en el Boyacá Chicó, en el mes de abril, aunque en esta los jugadores fueron los que denunciaron.
“Nuestros jugadores, desde hace cuatro días, han recibido llamadas de amenazas de muerte provenientes de presuntamente el mismo número 3159360079, luego de que un jugador nos informara oportunamente que desde dicho número fueron contactados con el propósito de ofrecerles arreglar el resultado del partido jugado el fin de semana pasado (...) Este acto delictivo, además de poner en riesgo la vida e integridad de nuestros deportistas, constituye un atentado directo contra la pureza del deporte y la credibilidad de nuestro campeonato profesional”, referenció el club ‘ajedrezado’ el 29 de abril de 2025.