El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) ganó 'in extremis' el Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1, este domingo, donde sufrió un pinchazo en la parte final, pese a lo cual pudo cruzar la meta justo delante del holandés Max Verstappen (Red Bull).

Hamilton, que amplía a siete su récord de victorias en el Gran Premio de su país, da un nuevo paso hacia un séptimo título mundial, aumentando su ventaja en la general.

Llegó a este Gran Premio con cinco puntos sobre el segundo, su compañero finlandés Valtteri Bottas, que pinchó también en la parte final de la carrera en Silverstone y no pudo sumar puntos en esta ocasión, al acabar apenas undécimo.

Antes del emocionante final, la carrera había resultado relativamente insípida, con los dos Mercedes dominando en cabeza sobre sus rivales. Pero la sucesión de pinchazos en las vueltas finales cambió el guion del Gran Premio.

"Hasta esa última vuelta, todo iba bien. Pero cuando escuché que Valtteri había pinchado miré mis neumáticos y todo parecía ir bien, pero de repente pinché. Intenté conservar la velocidad sin romper la llanta", explicó Hamilton tras cruzar la meta.

Verstappen dejó escapar la victoria seguramente por detenerse en la penúltima vuelta para poner neumáticos nuevos, que por lo menos le permitieron batir récord de vuelta y conseguir un punto suplementario por firmar la vuelta más rápida.

Pero esa parada le costó unos segundos que le hubieran permitido previsiblemente superar a Hamilton antes del final. "Estoy muy contento por haber terminado segundo", se conformó el joven holandés.

El monegasco Charles Leclerc (Ferrari) heredó el tercer puesto de manera inesperada, después de haber corrido casi toda la carrera en el cuarto lugar provisional.

El español Carlos Sainz Jr (McLaren), que comenzó séptimo y parecía poder terminar cuarto, pinchó en la imprevisible última vuelta y finalizó fuera de la zona de puntuación, en el decimocuarto puesto.