María Fernanda Penilla, abogada, docente universitaria y quien actualmente cursa un doctorado en Educación, es desde 2016 la directora de la Biblioteca Departamental del Valle, uno de los templos de la cultura más importantes del departamento.

A cuatro años de su gestión, y ad portas de la llegada de una nueva administración departamental, Penilla habla sobre el crecimiento de este ícono cultural de la región, sobre los desafíos que enfrenta para los años que vienen y sobre la necesidad de que la empresa privada se comprometa más con la cultura de la ciudad.

¿Qué balance hace usted misma de los logros de la Biblioteca Departamental en los últimos 4 años?

Yo creo que el logro más importante es haber visibilizado la Biblioteca como nunca antes, y convertirla en un lugar de puertas abiertas para toda la ciudad. El crecimiento en nuestras redes sociales nos muestra ese crecimiento, pero ante todo el aumento en la utilización de los servicios.

Nosotros no contamos el número de visitantes, sino el número de servicios utilizados por los visitantes, porque una persona puede venir a prestar un libro y quizá se quede viendo una exposición, y luego una película, y después vaya al museo Abrakadabra. Cada una de esas actividades se cuenta como un servicio, y hemos llegado a los 2 millones doscientos mil servicios prestados cada año. La Biblioteca se ha convertido en un punto de referencia para la cultura de la ciudad cada vez más visitado por todo tipo de personas, desde el estrato 1 hasta el 6, de todas las razas y creencias. Ese fue un propósito que hemos logrado, convertirla en una Biblioteca de puertas abiertas que, además, solo cierra 4 días al año.

Y en lo que tiene que ver con los niveles de la lectura en el Valle, ¿qué se ha hecho desde la Biblioteca para aumentar esos índices?

Durante la administración de Dilian Francisco Toro creamos nuevos programas de lectura que se sumaron a los que ya existen, para aumentar los índices de lectura. Uno de ellos es el Festival Oiga Mire Lea, que se fortaleció y pasó de tener 12.000 visitantes a más de 20.000 en 2019. También creamos en 2016 el programa La lectura está en voz, que consiste en realizar lectura en voz alta en grupos en las entidades públicas y privadas mínimo dos veces a la semana.

Otro programa es Bibliovalle Te Lee, con el que una vez al mes nos tomamos parques de la ciudad y de municipios del Valle en donde se hizo promoción de lectura con picnics literarios, exposiciones, y otras actividades. Hemos fortalecido el programa de ‘La lectura cura’, dirigido a pacientes con enfermedades terminales en clínicas y hospitales, de modo que sí hemos trabajado mucho en programas para aumentar los índices de lectura. Esperemos que las mediciones que se hagan en los próximos años lo demuestren.

¿Cuántos libros tiene en este momento la Biblioteca Departamental?

Nosotros hicimos una depuración de libros obsoletos y que no se consultan, como diccionarios de hace varias décadas entre otros, y con las compras que hemos hecho y la renovación del catálogo, tenemos actualmente 138.455 volúmenes para exposición. Anualmente se invirtieron en los últimos 4 años $150 millones en libros para la Biblioteca Departamental y para la red de Bibliotecas del Departamento.

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¿En qué va el proyecto de renovación del Museo Interactivo
Abrakadabra?

Ese proyecto se propone renovar y unir el Museo Abrakadabra, que le pertenece a la Biblioteca, con el Museo de Ciencias Naturales, que es del Inciva. Yo esperaba entregar terminado el nuevo museo que salga de esa unión, y que se llamará Museo Malva – Museos Aliados del Valle del Cauca – a finales de este año, pero no alcanzamos.

La buena noticia es que para el próximo año ya solo se tendrá que ejecutar, pues el dinero ya está y los diseños ya se hicieron. Los diseños del Museo Malva costaron $2.400 millones y el costo para la ejecución es de $8 mil millones, que se entregarán por regalías. Ese es un proyecto que cuando yo llegué a la Biblioteca estaba en el aire, era apenas una idea. Lo que hice fue formularlo y presentárselo a la Gobernación, que aprobó el dinero de los diseños, realizados por Parque Explora de Medellín, con dineros de regalías.

¿Ese fue su proyecto más ambicioso?

No, mi proyecto más ambicioso fue la Manzana del Saber.

¿Y qué pasó con la Manzana del Saber?

Solamente me faltaron $30.000 millones de pesos para realizarlo...

¿Que se propone en la Manzana del Saber?

Yo confío en que la doctora Clara Luz Roldán que llega ahora a la Gobernación priorice este, que es un proyecto muy grande de ciudad, y en realidad no es tanta plata, esos $30.000 millones no son tanto
dinero para un proyecto de esa magnitud.

Cuando yo llegué a la dirección de la Biblioteca Departamental no existían, a pesar de que la idea de este proyecto lleva como 16 años, ni los diseños ni la licencia de construcción, que ahora sí existen. Si hoy se consiguiera el dinero, se construiría una torre administrativa de 4 pisos, que permitiría albergar toda la administración de la Biblioteca para que el Museo Malva tenga más espacio. En los diseños está también un auditorio subterráneo sinfónico acústico para 400 personas, que no existe en el Valle del Cauca; un Museo al Aire Libre para 500 personas, 110 parqueaderos adicionales, espacio libre para actividades de lectura y demás, y un local comercial. Esos diseños puede ser modificados. Si un particular quiere poner el dinero, puede hacer locales comerciales en esos espacios libres que están en los diseños. Pero bueno, no logré sacar adelante este proyecto. Toqué muchas puertas, pero no lo logré.

¿Cuál fue el principal escollo para la ejecución de ese proyecto?

Que los privados son muy tacaños, así de simple. Los privados son muy tacaños con la cultura en Cali. En lo público yo ya había tenido apoyo para el proyecto del Museo y era muy difícil obtener más dinero para este otro proyecto. Espero, como ya lo dije, que la doctora Clara Luz Roldán priorice la Manzana del Saber. Toqué muchas puertas con los privados y no logré que hicieran parte de la Manzana del Saber.

¿Cuál ha sido el apoyo de los privados entonces a eventos que ahora son tan importantes para la ciudad como el Festival de Litearatura Oiga Mire Lea?

El Festival se financia gracias a dineros de la propia Biblioteca, de la Gobernación y de la Alcaldía, que por cierto no dejó asegurado el apoyo económico para el Festival del próximo año. Esperamos que el próximo Alcalde con su Secretaria de Cultura haga las gestiones correspondientes para que no nos quiten ese apoyo. Por otro lado, la inversión privada en el Festival no pasa los $30 millones, y en apoyos en especie: una empresa que nos da el agua, otra que nos ayuda con los transportes para los invitados, etcétera. Por supuesto, son apoyos que sirven mucho, porque nos quitan cargas importantes, pero uno esperaría apoyos más fuertes.

¿Qué están leyendo ahora los caleños, según su experiencia en la Biblioteca?

Nosotros tenemos un comité de colecciones, conformado por personas expertas que se reúnen para determinar lo que está leyendo la gente. Lo que hemos visto es que la narrativa sigue siendo lo que más se lee, novela y cuento, y en ese espacio, las sagas literarias están siendo muy leídas por los jóvenes y adolescentes, literalmente las devoran.

¿Cómo está la Biblioteca hoy en cuanto a infraestructura?

Cuando llegué la Biblioteca tenía humedades por todas partes, problemas de goteras que eran chorros grandísimos. Ahora la Biblioteca está en perfectas condiciones, y más que eso, está sin problemas jurídicos. Uno de esos problemas fue el que tuvimos con la funeraria que había a un lado de la Biblioteca. Ese espacio de esa funeraria fue expropiado por la Biblioteca, pero el juez hizo mal el proceso de expropiación, por lo cual cuando yo llegué había una demanda contra la Biblioteca por $8.500 millones. Eso significaba que para pagar sencillamente había que cerrar. Pudimos concertar para pagar $1500 millones de los cuales ya se ha pagado la mitad.

Agenda permanente

Una de las características de la Biblioteca Departamental es que tiene una fuerte agenda de actividades artísticas permanentes que incluyen proyecciones de cine, talleres artísticos, talleres de lectura y escritura, exposiciones, charlas con artistas invitados, etcétera.

Toda la programación de este agenda se publica cada mes en un pequeño plegable llamado ‘Saberes’, que se entrega gratuitamente a la entrada de la Biblioteca,

La Biblioteca solo cierra sus servicios 4 días del año, el 1 de enero, el día de elecciones locales, el jueves y viernes santo, y el 25 de diciembre.

El Festival Oiga, Mire, Lea tuvo en su edición de este año 20.000 asistentes en conversatorios y contó con más de 90 escritores. Además, realizó programación en 42 municipios.