Tocar con el maestro Edy Martínez, era un lujo para muchos en los años 90′s, pero ser el joven sobrino que se quiso dedicar a la música, pese a los esfuerzos de su mamá para que hiciera otra carrera, es otro nivel de amor.
Su amor por la música floreció en casa, rodeado de una extensa familia de artistas y una rica tradición musical colombiana. Desde los ritmos de la cumbia, porro, bambuco y pasillo, Torres se vio influenciado por una diversidad de sonidos que lo invitaban a especializarse en su instrumento favorito, los bongos.
De sangre musical
Una figura inspiradora en su vida fue su tío Edy Martínez, destacado pianista y arreglista en la escena de la salsa de Nueva York. La música de Ray Barretto, en la que su tío participó, también dejó una huella indeleble en él y lo inspiró a seguir una carrera musical.
Desde los 12 años, Samuel ya estaba tocando en diversos conjuntos en Bogotá, lo que le permitió desarrollar su versatilidad en géneros como el jazz, la música pop y la salsa. A lo largo de su carrera, ha tocado con grandes nombres de la música, incluyendo a Tito Puente, Paquito D’Rivera, Chick Corea, Alejandro Sanz, Ricky Martin, y muchos más.
El amplio y versátil bagaje de Samuel Torres como intérprete, productor y creador musical se extiende a través de diversos géneros, abarcando desde el jazz y el pop latino hasta la música clásica contemporánea.
Su último álbum
Su más reciente logro es su próximo álbum ‘A Dance for Birds’, en el que colabora con un destacado sexteto de jazz latino y el aclamado conjunto de cuerdas femenino, el Bergamot Quartet. Esta colaboración única fusiona de manera magistral las tradiciones del jazz, la música clásica contemporánea y los vibrantes ritmos afrocaribeños.
El maestro Torres reflexiona sobre la música tradicional y se pregunta: “¿Cómo mantienes una tradición viva? La música es orgánica, está en movimiento, como un organismo lleno de células que se mueven por todas partes. En el momento en que esto se convierte en una fórmula, deja de evolucionar. Cuando se deja de evolucionar y crecer, se muere, al igual que un organismo”.
Cabe destacar que la realización de A Dance for Birds, de Torres, fue posible gracias al respaldo del programa New Jazz Works de Chamber Music America, financiado a través de la Doris Duke Charitable Foundation.
La función en el Lincoln Center tuvo una magia que Samuel describe así: “Algo que hizo que el público se sumergiera en este universo musical es gracias al arte gráfico de Diego Pombo. Este proceso de haber compuesto la música al mismo tiempo que Diego trabajaba su arte, fue una gran retroalimentación respecto a como lo visual iba generando lo musical”.
Su disco ‘Regreso’, con la Nueva Filarmónica de Bogotá, fue merecedor de un Latin Grammy en la categoría de ‘Mejor álbum clásico’, con dos conciertos de su obra.
Una historia dedicada a la música
El maestro Samuel Torres también ha dejado su huella en el ámbito clásico, actuando con orquestas de prestigio como la Berlin Symphoniker, Boston Pops, y Los Angeles Philharmonic, entre otras. Además, su talento se ha destacado en competencias de jazz, como el Concurso Internacional de Jazz Thelonious Monk en el que obtuvo el segundo lugar en el año 2000.
En 2006, Samuel Torres lanzó su disco debut, “Skin Tones”, que fue aclamado por su creatividad en el jazz latino. Luego, en su álbum “Yaundé”, exploró aún más estilísticamente, fusionando tradiciones folclóricas colombianas con sonoridades africanas, funk y jazz vanguardista.
En 2012, recibió la Beca New Jazz Works de Chamber Music America, que lo llevó a componer “Forced Displacement”, una obra que aborda problemas en su país natal. En 2017, Torres recibió nuevamente esta beca, dando lugar a su álbum “Alegría”, que rinde homenaje a la resiliencia de su pueblo.