Enfrentar momentos difíciles es algo común, pero siempre complicado en la vida de las personas. La religiosa Santa Rita de Casia es un claro ejemplo de los duros golpes que se pueden recibir, pero su milagro es muestra de la necesidad de interponerse ante ellos.
El portal Catholic.net explica que Santa Rita quiso dedicar su vida a la religión desde temprana edad, pero sus padres no solo no la apoyaban, por el contrario, la obligaron a casarse con un hombre mucho mayor, mujeriego y violento, influenciados por las tradiciones de aquella época (nació en 1381).
Ese fue el inicio del tortuoso camino que Santa Rita enfrentó. Su esposo era duro, con ella así como con las demás personas. Santa Rita, con paciencia, logró que se ablandara y empezara a ir a la iglesia con ella, sin embargo, al poco tiempo fue asesinado por viejos enemigos.
Con dolor, ella aceptó lo ocurrido y continuó su vida junto con los dos hijos que habían traído al mundo, pero los descendientes se llenaron de ira y juraron tomar venganza por su padre.
Santa Rita intentó convencerlos de evitar ese camino, pero al no lograrlo, oró para que Dios se los llevara antes de que cometieran un delito. Así fue, los dos hijos fallecieron a causa de una enfermedad.
Completamente afligida, decidió retomar su deseo de infancia de dedicarse a la vida religiosa, pero una vez más la vida le cerró la puerta. El convento de las agustinas de Casia rechazó su petición.
Santa Rita se encomendó en oración a sus tres santos protectores (San Juan Bautista, San Agustín y San Nicolás de Tolentino) y estos, en un acto milagroso, aparecieron enfrente suyo y la llevaron hasta el convento para que pudiera dedicar su vida a Dios.
Santa Rita de Casia enfrentó muchos momentos difíciles, pero con fe en Dios y mucha oración logró anteponerse a las complejas condiciones, por eso, su oración es guía para los católicos de la actualidad en situaciones semejantes.
¿Cómo hacer la oración de Santa Rita de Casia?
Poner en oraciones a Santa Rita busca, así como lo hizo ella, la penitencia, la humildad, la justicia y la gracia de Dios. Para acercarse a ella en un momento de dificultad, tendrá que hacer la señal de la cruz y un acto de contrición, para luego enunciar este rezo durante nueve días:
Bendita y abogada de los imposibles, Santa Rita de Casia, luminoso modelo de paciencia, azote de los demonios, refugio de los necesitados, y ejemplo de vida cristiana; esposa muy amada de Cristo, coronada con una de sus sagradas espinas, te ruego, si es para gloria de Dios y bien de mi alma, que me obtengas de Dios lo que te pido en esta novena; sobre todo alcánzame una conversión total y que pueda enmendarme de mi mala vida por los méritos de mi Señor Jesucristo y los méritos de su Santísima Madre. Amén.