Desde que asumió el cargo como directora general del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, Lina María Arbeláez se ha caracterizado por su alto nivel de rigurosidad, disciplina y gestión. Así, distintos proyectos e iniciativas de la entidad tomaron forma para impactar positivamente la vida de muchos niños y jóvenes, que hoy por hoy son el reflejo de una labor bien realizada.

En ese trasegar se enfrentó a grandes retos, que la motivaron a trabajar aún más por este segmento de la población. Uno de ellos, el de la Política Pública de la Juventud, que se encarga de promover los derechos de la adolescencia y la juventud, para prevenir situaciones que ponen en riesgo su cumplimiento.

“Esta política, que se creó en 2020, es un mensaje claro y contundente sobre la importancia de los jóvenes en nuestra sociedad, pues son quienes, desde la innovación, la creatividad y las propuestas, desean construir un país con mayor equidad y oportunidades”, señala la directora.

Bajo esta iniciativa surgió en Cali ‘Hablar lo cura’, una red de jóvenes de Aguablanca, Terrón Colorado y Siloé que busca promover y desarrollar hábitos para la salud mental, mediante la comunicación, la divulgación pedagógica y el fortalecimiento de redes comunitarias esenciales para el desarrollo de habilidades socioemocionales.

También se creó el programa ‘Es tu parche’, que se encarga de dignificar el liderazgo positivo de los jóvenes y sus acciones por la transformación territorial y sectorial desde el concepto del desarrollo humano.

El programa Sacúdete es otro de los proyectos movilizadores, a través del cual se trabaja por los hábitos y habilidades que las nuevas generaciones necesitan para superar los retos que trae la cuarta revolución industrial y detonar sus talentos para que puedan competir a nivel global.

Con esta metodología, que ya está presente en 736 municipios del país, el Icbf pretende construir 50 centros de desarrollo en el territorio colombiano, de los cuales 5 estarían ubicados en el Valle del Cauca; dos de ellos en Cali, uno en Buenaventura y otro en Jamundí, así como uno adicional en Buga, que ya fue inaugurado.

Momentos que marcaron su gestión

Las protestas nacionales del 2021 no fueron ajenas a Santiago de Cali, por lo que Lina Arbeláez destaca que tuvo la responsabilidad de volver a la ciudad para encontrar caminos de diálogo, que permitieran la consolidación de ideas y soluciones para garantizar los derechos y deberes de todos.

“Como caleña tenía dos visiones: la primera, que entendía la posición de los jóvenes, que claramente manifestaban su dolor y clamor ante la falta de oportunidades y la desconexión, no solo del Gobierno Nacional, sino también de toda la sociedad. Igualmente, veía a otra parte de los caleños que sufría por los bloqueos y fue precisamente ahí cuando nuestro papel
desde el Icbf se convirtió en un elemento crucial para construir puentes y conexiones que ayudaran a mediar estas problemáticas”, asegura la directora.

Además, acota que como ciudad, Cali ha sufrido distintos flagelos como el narcotráfico y la delincuencia, por lo que unir las voces y trabajar de una manera consciente y colectiva por esta población era fundamental para lograr avanzar. “El paro nacional fue un momento difícil, pero gratificante. Ver como Cali se convirtió en el epicentro del diálogo y generar un espacio de conciencia colectiva, donde también estuvo presente el empresariado caleño, denotó el trabajo que se realizó
desde la otredad, el respeto y la diversidad”, agregó.

Por otra parte, uno de los retos que asumió el Instituto fue la primera infancia y todo lo que implica en materia de derechos, protección y garantías. En este aspecto, un gran avance fue que el Gobierno le puso freno a la politización y la subjetividad en la selección de superadores de primera infancia para que primara la calidad y la transparencia en este
tipo de procesos, que involucran a actores sociales tan vulnerados por la sociedad.

El Icbf ha focalizado como centro de pilar del desarrollo a los menores de edad. En Cali han logrado atender a 44.000
niños y niñas entre 0 y 5 años de edad.

Además, se logró desarrollar proyectos que permitieran cerrar brechas
para así modificar los programas de atención rural, donde actualmente atienden a más de 500.000 niños en 170 municipios del país. Con esto,
también se busca ampliar el esquema de formación a agentes educativos y a más de 6800 madres comunitarias, con el propósito de fortalecer
sus herramientas para que los niños obtengan un desarrollo pleno, cognitivo, motor y socioemocional, que solo un talento humano preparado puede lograr. En esta labor se invirtieron 115.000 millones de pesos.

Solo en el Valle del Cauca, se atendieron más de 152.000 niños, niñas
y adolescentes y jóvenes, generando así un incremento del 11 % en la atención. En primera infancia, por ejemplo, se beneficiaron cada año 108.000 y en Cali, en particular, 44.000 niños y niñas entre 0 y 5 años. Un esfuerzo que Arbeláez califica como grande, ya que focaliza a los niños como el centro del pilar del desarrollo.

Por otro lado, en materia de nutrición, se crearon 21 unidades de nutricionistas y enfermeros capacitados para revisar el estado de los niños y las niñas. Con esta gestión, pasaron de nueve centros de recuperación nutricional a trece, especialmente en departamentos como la Guajira, Vichada y Chocó.

Adicionalmente, el programa ‘Mil días para cambiar el mundo’ pasó de
20.400 usuarios a 56.000, un incremento del 154 % en la atención para la prevención de la desnutrición. En el Valle del Cauca se logró una disminución de 13 a 7 casos, una cifra que según la directora es clave, pero no suficiente.

En cuanto al maltrato infantil, la entidad ha impulsado con gran esfuerzo, la creación de estrategias más completas, como la creación de un grupo Élite, guardián de la niñez, compuesto por psicólogos clínicos y forenses, que recorran los diferentes centros del Icbf, para poder prender las alarmas sobre los actos de violencia que se puedan presentar hacia los
menores por parte de cualquier actor de la sociedad.

Tan solo en el 2021, se presentaron 38.000 procesos administrativos de restablecimiento de derechos desde el Icbf por causas de violencia y 18.000 por violencia sexual. En lo corrido de 2022, van 18.000 casos de violencia, de los cuales 9700 corresponden a violencia sexual, lo que indica una disminución sustancial.

Arbeláez argumenta que se debe de seguir trabajando por la calidad, pertinencia y excelencia del bienestar de los niños y niñas.

Una labor que debe continuar

Las iniciativas, estrategias y programas del Icbf crecieron a pasos agigantados, a favor de las próximas generaciones durante los dos últimos años de gestión.

Por eso, Lina Arbeláez resalta la importancia de tejer más puentes, como única solución frente a las distintas problemáticas del país, haciendo énfasis en la capital del Valle del Cauca, donde según ella, se necesita
mostrar su grandeza desde el respeto y la diversidad para lograr soluciones y trabajar con la juventud, la cual es parte fundamental del verdadero cambio.

Así pues, la directora del Icbf espera que el nuevo gobierno de Gustavo
Petro aporte y trabaje en temas que suplan las necesidades de bienestar de todos los niños y niñas, porque “si al país le va bien, a todos nos va
bien. Solo así, unidos por una misma causa, lograremos un cambio efectivo e inclusivo”, manifiesta.

Todo lo anterior es un claro ejemplo del legado que deja Lina Arbeláez en su gestión con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, en la cual siempre consideró importante la correlación que existe entre desarrollo y protección a la primera infancia, como base de cualquier política y para la transformación del país.