El debate sobre si es más eficiente apagar y encender un bombillo o mantenerlo encendido por cortos períodos de tiempo es una cuestión que ha generado cierta controversia entre los consumidores preocupados por el ahorro de energía y la reducción de costos. En este artículo, conozca los factores involucrados en cada escenario y la respuesta informada a esta pregunta común.

Los bombillos LED, que son los más duraderos y eficientes, conviene apagarlos siempre que no se esté usando. | Foto: Phil Leo / Michael Denora

Apagar y encender un bombillo:

Cuando se apaga y se enciende un bombillo, se produce un fenómeno conocido como el “efecto del arranque”. Este efecto se refiere al aumento momentáneo en la corriente eléctrica necesaria para encender el bombillo cuando se activa por primera vez.

Cuando un bombillo se enciende, la corriente eléctrica inicial puede ser hasta 10 veces mayor que la corriente necesaria para mantenerlo encendido de manera constante. Este pico de corriente puede provocar un aumento en el consumo de energía durante los primeros segundos después de encender el bombillo.

Sin embargo, este aumento en el consumo de energía es temporal y disminuye rápidamente a medida que el bombillo alcanza su brillo completo. Por lo tanto, si se apaga y se enciende el bombillo con frecuencia, es posible que se experimente múltiples aumentos en el consumo de energía debido al efecto del arranque.

Mantener un bombillo encendido por poco tiempo:

Por otro lado, mantener un bombillo encendido por cortos períodos de tiempo también puede contribuir al consumo de energía, especialmente si lo hacemos con frecuencia a lo largo del día.

Cuando se mantiene un bombillo encendido, está consumiendo energía constantemente para producir luz. Aunque el pico de consumo de energía al encender el bombillo puede ser menor que el efecto del arranque, el factor crítico aquí es la duración del tiempo de uso.

Si se mantiene un bombillo encendido durante solo unos minutos cada vez, es posible que el consumo de energía acumulado a lo largo del día sea menor que si se dejara encendido continuamente durante el mismo período de tiempo.

Los bombillos tradicionales hay que apagarlas siempre, ya que son poco eficientes. De hecho, el uso de estos bombillos está desaconsejado, además de que tienen muy poca vida útil en comparación con las LED. | Foto: Alan Powdrill 2009

Entonces, ¿Cuál es la opción más eficiente?

La respuesta a esta pregunta depende en gran medida de la duración del tiempo de inactividad del bombillo y la frecuencia con la que se enciende y se apaga.

Si planea usar el bombillo nuevamente dentro de unos minutos, como en el caso de salir brevemente de una habitación, puede ser más eficiente dejarlo encendido para evitar múltiples ciclos de apagado y encendido, y el consecuente efecto del arranque.

Por otro lado, si sabe que no volverá a necesitar el bombillo por un período prolongado, apagarlo puede ser la opción más eficiente, ya que evitará el consumo innecesario de energía mientras no esté en uso.

Consejos para ahorrar energía:

  • Utilice bombillos LED: Los bombillos LED son más eficientes energéticamente y tienen un menor consumo de energía en comparación con los bombillos incandescentes o fluorescentes.
  • Instale sensores de movimiento: Los sensores de movimiento pueden ayudar a controlar automáticamente la iluminación en una habitación según la presencia de personas, lo que reduce el consumo de energía cuando no se necesita.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.