Hacia las 8:50 p.m. de este lunes 11 de agosto, el féretro del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay llegó al Capitolio Nacional, escoltado por su esposa, María Claudia Tarazona; sus hijas, su hermana, María Carolina Hoyos; Miguel Uribe Londoño, su padre; y un grupo cercano de familiares y amigos.
Miguel Uribe Turbay falleció luego de luchar durante dos meses por su vida, tras el atentado que sufrió el 7 de junio, hecho que conmocionó al país y reavivó el llamado a la unidad y la defensa de la democracia.
Minutos antes del ingreso, María Claudia Tarazona ofreció unas sentidas palabras en el Capitolio Nacional: “Le quiero dar infinitas gracias a Dios por haberme permitido estos dos meses al lado de Miguel, por haber aprendido a amar a Dios y a recibirlo en mi corazón.
Sin él, en esos dos meses de preparación hubiera sido imposible enfrentar este momento. Dios está conmigo, me da fortaleza y durante estos dos meses me enseñó el camino del amor”, expresó.
También hizo un llamado a la “unión y la paz” y solicitó a las autoridades actuar con rapidez en la investigación, rechazando cualquier acto de venganza.
Durante el ingreso del féretro al Salón Elíptico, decenas de asistentes levantaron pañuelos blancos en señal de despedida y rechazo a la violencia.
El silencio invadió el lugar y el dolor fue evidente en quienes estuvieron presentes, tanto en la bancada del Centro Democrático como en otras figuras del ámbito político.
En el recinto, Miguel Uribe Londoño permaneció varios minutos junto a su hijo, con la mirada fija sobre el ataúd y una expresión que reflejaba el peso de la pérdida, en una imagen que conmovió profundamente a los presentes.
En este mismo espacio, la primera vicepresidenta del Senado, Ana Paola Agudelo, manifestó sus condolencias a la familia y recordó la trayectoria de Uribe Turbay.
A su turno, el presidente de la Cámara de Representantes, Julián David López Tenorio, también se dirigió a los asistentes: “Le deseo a Miguel Uribe paz en su tumba, queda oficialmente instalada la cámara ardiente”, afirmó.
Acto seguido, el padre Juan Diego Cadena dirigió una oración y el rezo del Padre Nuestro, que concluyó con un abrazo de paz entre los asistentes. La ceremonia finalizó con el Toque del Silencio, en medio de un profundo recogimiento.
Este martes 12 de agosto, el Capitolio abrirá sus puertas a partir de las 8:00 a.m. para que ciudadanos y simpatizantes puedan rendir homenaje. El miércoles 13, a las 12:00 del mediodía, se llevará a cabo la misa exequial en la Catedral Primada de Colombia, presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio.
En representación del Gobierno Nacional, estuvieron presentes el ministro del Interior, Armando Benedetti, y la directora del Dapre, Angie Rodríguez.