Múltiples son las hipótesis y líneas de investigación que maneja la Fiscalía General de la Nación, para determinar cómo Valeria Afanador, la pequeña desaparecida desde el 12 de agosto, llegó hasta el río Frío, en Cajicá.
Hace más de una semana fue encontrado su cuerpo, luego de permanecer 18 días desaparecida.
El ente investigador tiene puestos sus ojos en la institución educativa, donde se realizará un croquis para determinar los últimos instantes de la pequeña de 10 años que presentaba síndrome de Down.
En su análisis forense, el Instituto de Medicina Legal concluyó que la niña murió por ahogamiento, pero según su familia, habría una tercera persona que estaría involucrada en su desaparición y posterior muerte.
“Conocemos tanto a nuestra hija que ella no salió sola y la idea es poder seguir indagando sobre esa línea para poder llegar a los culpables de este hecho”, dijo Manuel Afanador, padre de la menor.
Lo que llama la atención del abogado de la familia Afanador, Julián Quintana, es que el cuerpo de la menor tenía dos heridas, escoriaciones, en dos regiones de su cuerpo: una pequeña en el tórax y otra en la mano, y aunque no fueron mortales, aseguran que la niña no las tenía antes de su desaparición.
La última docente que la vio
La docente que le dio clase a la menor, antes de desaparecer, le indicó a las autoridades que la niña estuvo en clase de matemáticas en el colegio Gimnasio Campestre Los Laureles Bilingüe, desde las 7:30 hasta las 8:50 a. m. “Durante ese tiempo, Valeria salió de su salón al lado donde yo me encontraba, a mostrarme que había hecho en la agenda, me la muestra y regresa al salón. Luego tuvo clase conmigo, desde las 8:50 hasta las 10:05 a. m.”.
Según dijo, al momento de descanso, ella había tratado que Valeria fuera por las onces, pero aseguró que la menor “salió corriendo”.
“Recogí las evaluaciones, Valeria salió corriendo del salón, yo llamo a Valeria para tomar onces, no me presta atención y se va para el salón de deportes a sacar un balón. Como esto pasa constantemente, ya que ella disfrutaba jugar con balones en el descanso, me fui con otros niños a tomar onces”, señala un acta de la Fiscalía.
Pero luego que pasó el descanso, nadie supo nada de Valeria, según lo indicó.
“El descanso terminó a las 10:35 a. m., ese día Valeria no ingresó al salón después del descanso. Ella generalmente no ingresaba de manera autónoma, apenas tocaba el timbre”, contó la profesora.
Quien indicó además que fueron los estudiantes los que dieron a conocer que la menor no estaba presente.
Luego, a las 11:14 am, los chats entre los profesores alertaban de la ausencia de la niña.
- Profesora: Buen día, alguien ha visto a Valeria Afanador, los niños están corriendo buscándola y dicen que no aparece por ningún lado.
- Profesora 2: Normalmente se va al salón, donde Mr. Diego tiene los materiales
- Profesora 3: No aparece
- Profesor 4: Ella no llegó a clase de Sound Art… ¿estará cerca del salón de música?
- Profesora 5: En los edificios no está y preescolar tampoco
La docente indicó que a las 12:00 m sonó una alarma de evacuación, donde los estudiantes y profesores empezaron a buscar a la menor. Y solo 50 minutos después, es decir a las 12:50 dieron aviso a la madre de Valeria sobre lo sucedido.