Desde Alemania, el presidente de Colombia Gustavo Petro, reaccionó frente a la declaración de un testigo, que pidió no revelar su identidad, y que aseguró que el dinero del reciente escádalo de Laura Sanabria “era de Petro y eran 3.000 millones de pesos”. Las declaraciones fueron revelados por Semana.

“Son falsas las afirmaciones entregadas por una supuesta fuente que no se identifica, en las que se me relaciona con altas sumas de dinero en efectivo. Estas afirmaciones, que son difíciles de acreditar debido a su carácter anónimo, tienen un ánimo difamatorio”, dice el Presidente en su comunicado.

De llegar a comprobarse la entrada de los 15.000 millones mencionados por Armando Benedetti, se habrían violado por mucho los topes en la campaña del presidente Gustavo Petro. | Foto: CESAR CARRION

En el comunicado emitido desde la Presidencia se lee que:

Con motivo de las recientes publicaciones hechas en la revista Semana, el presidente de la República se permite informar a la opinión pública y a los medios de comunicación que:

Nunca en mi existencia he siquiera visto la cantidad de dinero que afirma una fuente anónima y que utiliza la periodista Vicky Dávila para una publicación en la revista Semana. Por lo tanto, son falsas las afirmaciones entregadas por una supuesta fuente que no se identifica, en las que se me relaciona con altas sumas de dinero en efectivo. Estas afirmaciones, que son difíciles de acreditar debido a su carácter anónimo, tienen un ánimo difamatorio.

-He tenido una amistad con los dueños de la revista Semana, quienes han participado en diferentes negocios en el país, de los que ni como congresista ni como presidente he sacado ningún tipo de provecho. Los mismos propietarios de la revista son testigos de primer orden de mi honorabilidad y así también se los he demostrado, por ejemplo, durante mi debate como joven parlamentario sobre la fusión entre el Banco de Colombia y el Banco Industrial Colombiano. Tampoco saqué provecho durante las negociaciones del Grupo Gilinski y el Grupo Empresarial Antioqueño, en donde, por el contrario, siempre pedí que se llegara a un acuerdo en transparencia.

-En diversas intervenciones públicas, he pedido de manera contundente que sean las autoridades competentes las encargadas de realizar las investigaciones y he brindado las garantías para que estas puedan realizar su trabajo con total libertad, acceso y transparencia, sin ningún tipo de obstáculo.

Deben ser las autoridades competentes, y no personas anónimas cuyos intereses se desconocen, las que aporten claridad sobre los procesos de investigación que se adelantan.

-Estos supuestos testimonios, que tienen un interés difamatorio en contra del presidente de la República, buscan minar la confianza de la ciudadanía en el Gobierno nacional, a través de versiones sobre hechos en los que no se aportan ni existen ningún tipo de pruebas.

-El compromiso asumido por mi gobierno se mantiene intacto, por lo que tanto el presidente de la República y el gabinete de ministros continúan con sus gestiones de gobierno en beneficio de la familia colombiana, convencidos de que la ciudadanía guarda la esperanza de que las reformas para una transformación social se puedan llevar a cabo en Colombia. Tales objetivos solo pueden materializarse en escenarios de verdad plena y fiel apego a la Constitución y la ley.

GUSTAVO PETRO URREGO

Presidente de la República de Colombia

Testigo que habló con el fallecido coronel Óscar Dávila afirmó que “la plata era de Petro, eran cinco maletas y 3.000 millones de pesos”

El testigo, quien fue revelado por la revista Semana, y quien se mantendrá en confidencialidad, hizo este jueves fuertes señalamientos que salpican al presidente Gustavo Petro. La clave de este escándalo está en un dinero que se perdió en la casa de Laura Sarabia, exjefa del gabinete presidencial.

“A él (el coronel Dávila) lo contacta el coronel Feria porque, cuando se sabe lo del monto del dinero, Laura (Sarabia) llama a Feria, y Feria contacta a Óscar (Dávila) y él empieza a hacer todas las actividades. Lo primero que hacen es empezar a hacer las pruebas de poligrafía, pero no se lo hacen a la empleada, sino a la teniente”, dijo la fuente, en referencia a la teniente Laura Luna.

El testigo afirmó que trataron de culpar primeramente a la teniente, le hacen la prueba del polígrafo, donde la presionan y ella dice que no tiene nada que ver. En ese momento, empiezan a hablar de un monto de 3.000 millones de pesos. Luego pasaron por la prueba del polígrafo a Marlebys Meza, la exniñera del hijo de Laura Sarabia.

“Ahí ya dicen que la empleada es la culpable, lo que él (Dávila) nos decía es que de eso se recuperaron 268 millones de pesos. Y los entrega el esposo o la pareja permanente o el compañero de la empleada del servicio. A él lo cogen en el ámbito de la Policía, dice que lo levantan, lo aprietan, todo eso, y él entrega ese dinero”, relató la fuente.

“El coronel Feria sabía todo y, por obvias razones, Laura Sarabia, porque los 268 millones de pesos se los entregó (Dávila) personalmente a ella”, agregó la fuente.

Una de las pruebas que el testigo entregó en su versión de los hechos es que todo quedó registrado en las cámaras de seguridad del edificio donde vive Laura Sarabia, pues el coronel Dávila le contó que el ingreso de las maletas quedó registrado.

Por otro lado, reveló que la angustia del coronel Dávila era cada vez mayor porque todo se empezaba a desencadenar sobre él. Pues el coronel fue el que hizo la mayor cantidad de diligencias en todo el caso y fue contactado por el coronel Feria.

Petro, Dávila, Sarabia. | Foto: Revista Semana

Las chuzadas

Volvieron las chuzadas, y este es uno de los momentos más graves del caso, cuando interceptaron los teléfonos de Marelbys Meza y Fabiola Perea, a quienes hicieron pasar como si se trataran de integrantes de un grupo armado.

“Nunca se habló de plata recuperada, nunca se ha hablado de montos exactos, porque no se podía. No se justifica ese monto de dinero. Además, todo eso se estaba haciendo así, por debajo de cuerda, todo se estaba haciendo de manera ilegal. No desde un proceso judicial. Así mismo, Dávila decide hacer una copia espejo del celular (de Marelbys) y le pide un favor al mayor John Jairo López Tolosa, en la Dijín, para que intercepte esos números (el de Marelbys y el de Fabiola)”, relató la fuente.

Sostuvo que el mayor López Tolosa desconocía lo que estaba ocurriendo en ese momento. “Lo contactan para que intercepte los números, pero en ese sentido sí hay que ser muy claro que no le dicen por qué. Le dicen el para qué, es decir, para escuchar unas líneas y mirar un tema de dinero específicamente, y le dicen que es de crimen organizado, de gente del Clan del Golfo. A él no le dicen exactamente qué es lo que estaba pasando porque no querían que mucha gente supiera lo que estaba ocurriendo”, dijo la fuente.

“Cuando ya estalla el escándalo, el mayor López Tolosa le dice (a Dávila): ‘Oiga, ¿por qué me metieron en este problema?’”, agregó la fuente.

El coronel Óscar Dávila y el presidente Gustavo Petro. | Foto: Foto 1: Policía / Foto 2: SEMANA

Estalló el escándalo

Afirmó que cuando estalló el escándalo y la Fiscalía destapó las chuzadas, el coronel Dávila empezó a tener angustias. “A él ya lo empiezan a presionar en que hay que mantenerse. Él tenía la presión de todo lo que había hecho. El temor era a que las personas que sabían en algún momento lo nombraran, por ejemplo, un patrullero, un intendente o cualquiera de los que está declarando. Todo iba a llegar a él y, desde arriba, ya lo estaban dejando completamente solo”, agregó la fuente a Semana.

“A él (a Dávila) le dicen que en algún momento lo tendrán que llamar y que su abogado tiene que ser Miguel Ángel del Río. Esa instrucción se la dio el coronel Feria. ¿Y quién manda a Feria? Pues, por obvias razones, el presidente Petro” dijo.

La fuente afirmó que horas antes de la muerte del coronel, Dávila le entregó a Del Río 50 millones de pesos, para que lo defendiera. “Fueron 100 millones de pesos que le dio el coronel Feria a él para que pagara el abogado y se los entregó personalmente y en efectivo. De ahí, le pagó 50 millones de pesos a Del Río y le dio 20 millones de pesos al mayor López Tolosa”.

La fuente fue enfática en que el coronel Dávila se alarmó demasiado el día en que recibió la llamada de la periodista Silvia Charry, de Cambio, especialmente porque desconfió del abogado Del Río y pensó que fue él quien le dio su número a la comunicadora.

El testigo dijo que Dávila estaba preocupado por todo lo que estaba pasando y que se le había pasado por la mente quitarse la vida, pues todo giraba en su entorno y sentía que no tenía escapatoria. Incluso afirmó que le dijeron que tener ese abogado que le había designado el presidente, lo iba a vincular más en el caso. Incluso, contactaron con otro abogado.

Así fue dicho contacto: “Se hizo una videollamada con un abogado y un bufete de investigación de expolicías. Le dijeron que no se preocupara, que lo iban a apoyar y a defender”.

Más detalles de la extraña muerte del coronel Óscar Dávila implicado en el escándalo de “chuzada” que enredó a Laura Sarabia | Foto: Cesar Flechas - Semana

Día de la muerte del coronel

El día de la muerte del coronel Dávila, la fuente aseguró: “En el transcurso en el que él iba para la casa tuvo que haber recibido alguna llamada, porque él estaba tranquilo, relativamente”.

El testigo arremetió contra Del Río. “Por tanta presión fue que tuvo que devolver el dinero. La verdad da rabia porque ese mismo día salió a decir que lo estaba ayudando, se vendió como si todo fuera gratis, ad honorem, mejor dicho, el adalid, y no, hijueputa, Dávila le había dado esa plata. Los demás policías estaban presionando a Dávila, diciéndole: ‘Mire, nos hizo meter en un problema’”.

La fuente aseguró que el primer pecado fue que Dávila participó en el polígrafo de la niñera Marelbys Meza sin ser una funcionaria. “A veces uno peca por hacer más, por querer extralimitarse en el buen sentido de la palabra. Ese fue el pecado de él, realmente, porque todo siempre ha sido en concordancia con el coronel Feria. Pero él (Feria) ya lo estaba desligando, al punto de que negó que él sabía de esas cosas, que era mentira, porque la primera persona que supo de la pérdida del dinero fue él (Feria) y llamó al coronel Dávila para que se pusieran al frente de todo”.

Sobre la diligencia en la misteriosa oficina del piso 13 de la Dian, desde donde se maneja la seguridad preventiva del presidente, el testigo aseguró: “Dávila estaba nervioso, pero eso de que lo amenazaron es mentira. Llegaron a la inspección, hicieron la inspección y era teso. Había mucha presión, pero no hubo ni insultos ni maltratos de ninguna parte. El que conoce o conoció a Dávila sabe que era supremamente respetuoso. O sea, nada, ni lo trataron mal, ni trató mal a nadie. Nada, eso es mentira”.

En este punto, la fuente volvió a hablar del abogado Del Río. “Si usted mira cronológicamente los mensajes de él, desde el comienzo, le echó la culpa a la Fiscalía. Ya después empezó a recular, a voltearla, y entonces era el adalid y todo era ad honorem. Como hubo presión lo llamaron a decirle: “Venga, ¿y la plata? Él ya la devolvió a la esposa (del coronel Dávila)”. Pero agregó que la mujer no estaba al tanto de todo lo que hizo su esposo.

Sobre la carta que el coronel Dávila le envió a la Fiscalía, el pasado 2 de junio, poniéndose a disposición del ente acusador, y que les llegó a los fiscales, el testigo en reserva dijo: “Era una estrategia jurídica para ponerse a disposición, diciéndole a la Fiscalía que ahí estaba listo para cuando lo requirieron”. Todos los testigos estaban muy asustados desde el momento que le hicieron la prueba del polígrafo a la niñera, lo que desencadenó aún más la preocupación del coronel Óscar Dávila.