Sigue la controversia por la designación de Juliana Guerrero como viceministra de la Juventud, luego de que la representante Jennifer Pedraza presentara supuestas pruebas de que Guerrero no habría presentado los exámenes Saber Pro T&T y Saber Pro, requeridos para graduarse como técnica y profesional.
El Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación, Icfes, aclaró que la información difundida por la congresista no es oficial ni fue suministrada por la entidad.
Por esa razón, anunció que abrirá investigaciones para determinar si su sistema fue “hackeado, alterado o manipulado”, y que emprenderá acciones legales en contra de quienes hayan utilizado o divulgado información del instituto de manera indebida.
Aun así, el Instituto no confirmó o desmintió si la funcionaria presentó las Pruebas Saber, como lo exige la norma.
La designación de Juliana Guerrero como viceministra de juventud ha provocado una gran controversia en el país en las últimas semanas.
Desde la oposición, se cuestiona su experiencia para asumir el cargo y, según las denuncias de la representante Pedraza, la joven de 23 años no cumpliría con los requisitos legales exigidos para ocupar esa posición.
Guerrero no ha sido aún posesionada, mientras se verifica si reúne las condiciones necesarias.
En entrevista con Blu Radio, la designada viceministra explicó que homologó los estudios técnicos que había realizado en el Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena, y se graduó como profesional en Contaduría de la Universidad San José.
La joven, quien se desempeñaba como jefa de despacho del Ministerio del Interior al mando de Armando Benedetti, confirma con su estrepitoso ascenso en el Gobierno un recorrido marcado por escándalos y cuestionamientos sobre su preparación académica.
Ahora llegará a la nueva dependencia del Ministerio de la Igualdad, liderada por el recién designado Juan Carlos Florián, tras el paso de la vicepresidenta Francia Márquez y el breve periodo de Carlos Rosero al frente de esa cartera.
La primera aparición de Guerrero en la esfera pública del Gobierno sucedió durante un Consejo de Ministros, cuando el presidente Gustavo Petro la describió como una joven valiente y rebelde.
No obstante, su trayectoria ha estado marcada por controversias, como el uso de aeronaves oficiales para supuestas misiones particulares en el departamento del Cesar, aparentemente sin conocimiento del entonces ministro Benedetti.
Tras cumplir esas labores, Guerrero, con una formación académica limitada escaló posiciones dentro del Gobierno hasta llegar al Ministerio de la Igualdad, un despacho cuestionado por su escasa ejecución y cuyos gastos se concentran en arriendos y salarios de sus funcionarios.