A partir de este jueves 1 de enero, entrará en vigencia en Colombia un nuevo paquete de medidas tributarias, luego de que el presidente Gustavo Petro firmara el decreto 1474 de 2025, con el que el Gobierno puso en marcha una reforma orientada a recaudar cerca de 11 billones de pesos.

El decreto introduce cambios significativos en varios frentes del sistema impositivo, con efectos directos tanto para los consumidores como para las empresas y sectores específicos de la economía.

En ese contexto, uno de los ajustes que más impacto tendrá en el día a día de los colombianos, está relacionado con las compras por Internet en plataformas internacionales. Pues hasta ahora, los productos adquiridos en el exterior por un valor inferior a 200 dólares podían ingresar al país sin el pago del IVA.

Con la nueva normativa, ese umbral se reduce de manera considerable, es decir, que; solo las compras por debajo de los 50 dólares quedarán exentas del impuesto. En la práctica, esto implica que una mayor proporción de artículos adquiridos en portales como Amazon estarán gravados con IVA, lo que incrementará su precio final para los compradores colombianos.

Los licores, incluidos vinos, rones, aguardientes y aperitivos, el IVA pasa del 5 % al 19 %, aunque la cerveza queda excluida de este aumento y mantendrá su tarifa actual, al ser considerada por el Gobierno como un producto de alto consumo social. | Foto: Fotomontaje El País

El decreto también establece cambios relevantes en la tributación de productos como licores, cigarrillos y dispositivos de vapeo. En el caso de los licores, incluidos vinos, rones, aguardientes y aperitivos, el IVA pasa del 5 % al 19 %, aunque la cerveza queda excluida de este aumento y mantendrá su tarifa actual, al ser considerada por el Gobierno como un producto de alto consumo social.

Adicionalmente, se incrementa el impuesto al consumo de estos productos, que ahora será del 30 % sobre el valor de la botella, más una tarifa adicional que varía según el grado de alcohol.

Los cigarrillos también experimentan un alza considerable en su carga tributaria. El impuesto por cajetilla pasa de 2.100 pesos a 11.200 pesos, lo que podría traducirse en un aumento significativo en el precio al consumidor. En cuanto a los vapeadores y productos similares al tabaco, se establece un impuesto del 30 %, junto con un cobro adicional de 2.000 pesos por cada mililitro del líquido contenido.

En materia de juegos de azar, el Gobierno decidió mantener en 2026 el IVA del 19 % aplicado a las apuestas en línea, una medida que ya estaba vigente desde enero de este año y que busca fortalecer el recaudo en un sector de alto crecimiento.

El presidente Gustavo Petro firmó el decreto 1474 de 2025, con el que el Gobierno puso en marcha una reforma orientada a recaudar cerca de 11 billones de pesos. | Foto: Ovidio Gonzalez S

Otro de los frentes abordados por la reforma es el de los bienes considerados de lujo. Motos de alto cilindraje, yates, barcos, helicópteros y automóviles con un valor superior a 30.000 dólares pasarán de pagar un IVA del 16 % al 19 %, alineándose con la tarifa general del impuesto.

El decreto también redefine el impuesto al patrimonio. A partir de 2026, este tributo se aplicará a patrimonios que superen los 2.094 millones de pesos libres de deudas. Las tarifas son progresivas y pueden llegar hasta el 5 % para los patrimonios más elevados, según los rangos establecidos en UVT y su equivalente en pesos.

En el sector financiero, la reforma introduce una sobretasa de renta adicional de 15 puntos para bancos y otras entidades financieras, lo que eleva la tarifa nominal de renta del sector hasta el 50 %, una de las más altas del sistema tributario colombiano.

Finalmente, el Gobierno incluyó una nueva amnistía tributaria que permitirá a personas y empresas normalizar capitales y patrimonios no declarados ante la Dian, pagando un impuesto del 19 %. Esta figura, que ya ha sido utilizada en reformas anteriores, busca ampliar la base de contribuyentes y fortalecer el recaudo fiscal.

Con la entrada en vigencia del decreto 1474, Colombia inicia el año con un esquema tributario más exigente, cuyos efectos se sentirán de manera gradual en distintos sectores de la economía y en el bolsillo de los ciudadanos.