El pasado viernes 4 de julio, a pocos metros de su vivienda en el barrio El Dorado, en San José del Guaviare, el periodista Gustavo Chicangana fue víctima de un atentado armado.
Según él mismo describió lo que pasó al ver un sujeto acercarse, “fue en cuestión de instantes que disparó de una vez sobre mi cabeza”, acto que generó la reacción inmediata de su esposa, quien se arrojó sobre él para protegerlo, marcando la diferencia entre la vida y la muerte.
La pareja reveló nuevos detalles del lamentable caso a Noticias Caracol, narrando parte de lo sucedido y lo que sigue luego de este difícil suceso.
Un acto que salvó su vida
Chicangana, director de la emisora Guaviare Estéreo, se encontraba junto a Ana Milena Torres sobre su moto, listo para salir.
Tras el ataque, el comunicador cayó al suelo intentando cubrirse la cabeza, mientras el sicario disparaba repetidamente.
En medio de ese caos, su esposa gritó por ayuda y cubrió con su cuerpo a Gustavo, resultando también herida.
“Él es mi media mitad. No me arrepiento de lo que hice”, declaró Ana Milena a Noticias Caracol. “Si yo no hubiera salido en ese momento con él, estaría de luto”.
Según cuenta la pareja, dicho ataque generó conmoción en el vecindario, pues un vecino y un joven que transitaba por el sector acudieron al llamado de auxilio y, en conjunto, lograron trasladar al periodista al Hospital San José del Guaviare.
A unos días del atentado, Chicangana se muestra agradecido por estar con vida y expresa que está “muchísimo mejor”. Los médicos confirmaron que, aunque los proyectiles causaron inflamación y dolor severo, no afectaron órganos vitales.
Ana Milena, quien también recibió un disparo, dio a conocer que se recupera en casa. Aunque su lesión no fue grave, el impacto del episodio ha sido profundo.
“Está muy adolorida porque ella es una mujer muy nerviosa y está llena de mucha incertidumbre, mucho dolor”, dijo Chicangana refiriéndose a su esposa.
La pareja evalúa si deben abandonar la región o pedir asilo, “en este momento no podemos decir, nos quedamos, nos vamos, buscamos acilo, porque sería muy prematuro tomar esas decisiones en este momento”, expresó Ana Milena al medio citado.
Por otro lado, Chicangana ha denunciado en varias ocasiones hechos delicados del orden público en el Guaviare.
Días antes del atentado, reportó sobre una emboscada a militares, hallazgos de fosas comunes y la explosión de una motobomba.
También rechazó emitir comunicados de grupos armados, los cuales uno de ellos, según dijo, lo amenazaron por negarse a darles voz en su emisora.
“Mi esposo solo hace su trabajo, lucha por la verdad y la libertad de prensa”, afirmó Ana Milena. Para la pareja, la labor periodística en zonas de conflicto sigue siendo un oficio de alto riesgo.
Finalmente, el proceso de recuperación continúa y la pareja espera que este hecho sea solo un mal recuerdo de sus vidas, sin embargo, les preocupa su seguridad.