Al momento de ser solidario, no es necesaria la condición social, lo que en verdad importa es que nazca del corazón, como quedó demostrado en la ciudad de Popayán cuando un habitante de calle salió en ayuda de un adulto mayor invidente que intentaba cruzar una de las vías principales del centro histórico.

La escena se presentó hacia el medio día de este viernes 17 de octubre, cuando el indigente se percató del peligro que enfrentaba el abuelo, quien por la dificultad visual, se lanzó a cruzar la intersección de la carrera tercera con calle séptima, quedando expuesto a ser arrollado por los vehículos, cuyos conductores al parecer no les importa, continuando la marcha como si nada.

La pareja de la moto se unió al acto humanitario y le brindó ayuda al indigente a la hora de asistir al adulto mayor. | Foto: Francisco Calderón

“El abuelo, en su estado de indefensión, se lanzó a cruzar la calle mientras que los automóviles y busetas pasaban rápidamente por el lugar, muchos nos preguntamos por qué hacía eso como tan a la ligera, pero fue el indigente que sí se percató que el abuelo no podía mirar bien, de ahí que salió prácticamente corriendo para acercarse él, tomarlo del brazo para ayudarlo a cruzar, claro, hacía señas a los vehículos para que redujeran la velocidad”, narró María Meneses, una de las testigos.

Después, y como una forma de apoyar esta acción solidaria, una pareja que iba en una moto se ubicó como escudo mientras que los dos ciudadanos lograban llegar al andén, donde ya el habitante de calle ubicó al abuelo, luego de acomodarle el bastón para facilitarle así su caminata.

Hasta la mascota del indigente ayudó a este abuelo, indicaron los testigos. | Foto: Francisco Calderón

“Mi abuelo, venga le quito esa cuerda para que no se vaya a caer mi rey”, le dijo el joven al momento de ubicarlo en un lugar donde ya podría caminar tranquilamente. En ese momento, un ciudadano se acercó al indigente para felicitarlo por su acción solidaria y compartir algo de dinero, como forma de reforzar ese buen comportamiento.

“La gente terminó aplaudiendo al joven por salvarle la vida al abuelo, de tomarse el tiempo de pasar la calle, no de abandonarlo y rescatarlo del peligro, esas acciones hay que apoyarlas y destacarla para ir mejorando como sociedad”, agregó María Meneses al momento de agradecerle al habitante de calle.

Tras cumplir con su misión, el joven tomó el costal que portaba, porque lo dejó en el andén mientras ayudaba al adulto mayor para después tomar rumbo hacia el sector de San Inés, continuando su marcha en búsqueda de comida, pero con la tranquilidad que tiene aún un gran corazón para aportarle a la sociedad payanesa.

En un verdadero acto de solidaridad, el habitante de calle ayuda al abuelo a subirse al andén para que no corriera más riesgos. | Foto: Francisco Calderón