En la mañana de este lunes, pese a una lluvia intensa, cientos de rescatistas llegaron hasta el sector Toldas de El Carmen de Atrato en la vía Quibdó - Medellín, para adelantar las labores con el fin de encontrar a los siete desaparecidos que aún permanecían sepultados bajo tierra luego del trágico deslizamiento, que sepultó la casa de la pareja de esposos Rocío Mazo y Alberto Olaya.

Familiares y allegados de las víctimas fueron testigos del momento exacto en que las autoridades lograron recuperar dos cadáveres, un hombre y una mujer, tan pronto se inició la búsqueda este 15 de enero. Pese a que las condiciones climáticas retrasaron la labor, la perseverancia de los organismos de socorro permitió obtener resultados lo más pronto posible.

Con el hallazgo, la cifra oficial de víctimas por el derrumbe aumentó a 38 muertos. | Foto: Gobernación del Chocó

Con el hallazgo, la cifra oficial de víctimas por el derrumbe aumentó a 38 muertos. Personal del Ejército, Policía Nacional, bomberos, Defensa Civil, Guardia Indígena y salvamento Minero trabajan en conjunto para encontrar a cinco personas que continúan desaparecidas.

Uno de los cuerpos encontrados este lunes sería el de la jubilada profesora Mazo, que junto a su esposo recibió en su casa a decenas de personas, que buscaron refugio de la lluvia y un lugar donde comer en medio de los deslizamientos que bloquearon el paso de la carretera que comunica el Chocó con la capital antioqueña.

Medicina Legal afirmó que hasta el momento ha recibido 35 cuerpos de fallecidos por la tragedia, de los cuales 33 han sido plenamente identificados y 23 ya fueron entregados a los familiares. | Foto: Suministrada a SEMANA.

Por medio de un comunicado de prensa, Medicina Legal reportó que hasta el momento ha recibido 35 cuerpos de fallecidos por la tragedia, de los cuales 33 han sido plenamente identificados y 23 ya fueron entregados a los familiares, quienes están adelantando los respectivos funerales.

Medicina Legal reportó que hasta el momento ha recibido 35 cuerpos de fallecidos por la tragedia, de los cuales 33 han sido plenamente identificados y 23 ya fueron entregados a los familiares quienes están adelantando los respectivos funerales. | Foto: El País

La cifra final de heridos por el deslizamiento, que fueron trasladados a centros asistenciales de El Carmen de Atrato, Ciudad Bolívar (Antioquia) y Medellín, es de 20 personas, de acuerdo con la información brindada por el Puesto de Mando Unificado de la gobernación de Chocó.

Con el propósito de atender a las personas afectas y prestar atención psicosocial a los familiares de las víctimas y sobrevivientes de la emergencia, las autoridades departamentales y nacionales habilitaron diferentes líneas de atención.

Líneas de atención

Atención hospitalaria ‘Ismael Roldán Valencia’: 321 399 9543, grupo salud mental-Secretaría de Salud: 314 890 7244, espacio de escucha del ICBF: 141, información de búsqueda y encuentro familiares de la Cruz Roja Colombiana: 317 592 4024.

La atención presencial se está llevando a cabo en el Coliseo El Jardín de Quibdó entre la 2 y la 6 de la tarde. Durante este lunes se adelantará allí un velorio colectivo con las víctimas del derrumbe que estará presente la vicepresidenta Francia Márquez.

Con el propósito de atender a las personas afectas y prestar atención psicosocial a los familiares de las víctimas y sobrevivientes de la emergencia, las autoridades departamentales y nacionales habilitaron diferentes líneas de atención. | Foto: Ejército

La casa de Rocío Mazo

Una pequeña crónica de la revista Semana publicada este domingo conoció la historia de la residencia de la docente jubilada Rocío Mazo, quien recibía con los brazos abiertos a todo aquel que quisiera protegerse del agua. Allí, ella residía junto a su esposo Alberto Olaya.

Hace dos años se mudaron a ese lugar y no por iniciativa propia, sino por una orden impuesta por la compañía que intervino la vía que comunica Chocó con la ciudad de la ‘Eterna Primavera’.

Luz Estella Rueda, sobrina de la pareja le aseguró a Semana que sus parientes tuvieron que abandonar su casa antigua, porque se encontraba sobre la zona priorizada para pavimentar el eje vial. En común acuerdo, y tras un análisis técnico, se ubicaron un kilómetro más abajo de donde tenían inicialmente el inmueble.